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Expediciones españolas del siglo XVIII en California, Oregón y Alaska: Nutca




Los españoles reclamaron los derechos de la bula Inter Caetera firmada un 4 de mayo de 1493. La mencionada dispensa definiría un meridiano en concreto, al oeste del cual, todas las tierras "halladas y por hallar" pertenecerían a los monarcas de Castilla y de Aragón. Esto supuso un cambio muy favorable para los Reyes Católicos respecto a lo anterior estipulado donde pertenecían a la corona sólo las tierras que fuesen descubiertas por navegantes financiados por castellanos y aragoneses. En definitiva se les otorgaba toda la costa (este y) oeste de Norteamérica (que incluía Alaska) cuando en 1513 Vasco Núñez de Balboa reclamó (sin saber el alcance de su conquista) para las "Hispanias" “todos los territorios bañados por el Océano Pacífico” al vislumbrarlo desde las playas de Panamá.


Bula Intercaetera con meridiano


Hasta 1768 no comenzaría un nuevo impulso colonizador español por la Alta California, conocida desde el siglo XVI pero por la que no existía preocupación y empeño para sacarle un rendimiento económico. Los rusos e ingleses por el comercio de las pieles se acercaban amenazando instalar sus propias colonias y erigirse como nuevos gestores del comercio de estas costas. El rey Carlos III de España organizó varias expediciones a la región para intentar adelantarse y colonizarla primero. Entre 1774 y 1791 envió varias expediciones desde México para fortalecer y reafirmar las demandas históricas españolas y explorar la costa pacífica de Norteamérica, incluyendo a Alaska en esta soberanía, de la que nunca se había obtenido beneficio alguno, especialmente tan al norte.

Una primera expedición se realizó por la fragata Santiago, dirigida por Juan José Pérez Hernández y Esteban José Martínez de la Sierra como segundo piloto en 1774. Atravesó San Diego y Monterrey e intentaba alcanzar los 60º Latitud Norte para realizar un asentamiento viable. Debido a la falta de suministros con el agua potable fondeó en la Isla de Nutca (53º Norte) en agosto del mismo año. Tras realizar trueques con los indios locales y reconocer la zona regresa en noviembre al puerto de San Blas (México, tan conocido en la actualidad por la canción de Maná, sólo un puerto del que salían tantos barcos podía lugar a una historia semejante).

El virrey de Nueva España (actual México) Bucarelli ante el fracaso de no alcanzar el paralelo marcado puso a uno de los oficiales de la primera expedición, Bruno de Heceta (a bordo de la Santiago, pilotada por su segundo Juan José Pérez Hernández) a cargo de una segunda expedición. El siguiente, más pequeño, la goleta Sonora inicialmente bajo las órdenes de Juan Manuel de Ayala, podría explorar en aguas menos profundas, sin ralentizar la marcha hacia el Paralelo 60 o 65. Cerrando la expedición el paquebote San Carlos al mando de Miguel Manrique.

2ª expedición a Alaska y enclaves españoles en la Costa del Pacífico al norte de de la Alta California
La escuadra sale finalmente un 16 de marzo de 1775 del muelle de San Blas con las órdenes de dejar claras las demandas españolas por toda la costa pacífica norteña. Ante una supuesta enajenación mental de Miguel Manrique, con solo tres días de viaje, tuvo que hacerse cargo del paquebote de provisiones Juan Manuel de Ayala, dejando al mando de la Sonora a Juan Francisco Bodega y Quadra con su piloto Juan Francisco Mourell.

A la San Carlos se le ordenó que regresara a San Blas (para la pronta recuperación de la enfermedad de Miguel Manrique) con la idea de unirse posteriormente a la expedición, lo que resultó imposible por lo que acabaría explorando la zona de la Alta California. Juan Manuel de Ayala atravesaría por primera vez para una potencia europea el Golden Gate el 5 de agosto de 1775. A su regreso los informes tomados por él fueron decisivos para una posterior expedición terrestre a cargo de Juan Bautista de Anza para montar allí un puerto y una ciudad: San Francisco.

Las dos embarcaciones que sí pudieron proseguir el viaje como estaba previsto navegaron juntas tan al norte como pudieron. Al llegar a la bahía de Grenville, el 12 de julio, un grupo selecto de hombres de la Santiago realizaron un desembarco para llevar a cabo el acto formal de la posesión de esta tierra, se convirtieron en los primeros no indígenas que pisaban en el actual estado de Washington. Poco después en el mismo (llamado Punta de los Mártires) en respuesta a un ataque por los indios locales Quinault.

Ambos capitanes decidieron no tomar represalias y continuar con su misión hacia el norte. La tarde del 29 de julio de 1775 se separarían, la Santiago continuaría sin salirse del oceáno Pacífico recalando en la desembocadura del río Columbia. Mientras que la Señora se desplazaría bordeando la costa alcanzando en última instancia una posición de latitud 59° Norte, consiguiendo el 15 de agosto, entrar en Sitka Sound. Allí identificaron y reclamaron el Puerto de Bucareli (Bucareli Sound), Puerto de los Remedios, y el monte de San Jacinto. A través del viaje, las tripulaciones de ambas naves aguantaron muchas dificultades, incluyendo escaseces de alimento y escorbuto. El 8 de septiembre, las naves se dirigieron al sur hacia el viaje de vuelta. Tras avituallarse y curarse en la bahía de Monterrey, el 1 de noviembre regresan a San Blas, Juan Pérez Hernández moriría de escorbuto dos días después en pleno mar.

También los británicos siguiendo el ejemplo de la corona española, enviaron exploraciones a la zona. Durante su tercer viaje, el capitán inglés James Cook envió una expedición a la bahía de Nutca el 31 de marzo de 1778. El comercio de pieles animó a la Compañía Británica de las Indias Orientales a instalar un puesto en el poblado indio de Yuquot en la Isla de Nutca, intentando reclamar dichas tierras como inglesas al ser los primeros en arribar a las mismas. Cuestión completamente falsa y a sabiendas de Cook y su tripulación, puesto que las fuentes reflejan (aparte de todos los diarios de navegación españoles con información precisa y fidedigna de los resultados de tal expedición) cómo la tripulación inglesa encontró a los nativos unas cucharas de plata que fueron robadas a los españoles en 1774.

Los franceses se unen al intento de establecerse en la zona y los ingleses insisten con persistencia desde la base portuguesa de Macao, siendo propietario de la empresa Jhon Meares de nacionalidad británica. Construyó una barraca en la propia isla de Nutca. Ante la gravedad de los hechos Carlos III ordena en 1787 de través del Conde de Floridablanca una cuarta expedición (se había producido una tercera expedición alcanzando el Golfo del Príncipe Guillermo en 1779 a 61º Norte) en 1788 a cargo de Esteban José Martínez de la Sierra y el piloto González López de Haro, a pesar de su no entendimiento cada uno recopila fuentes importantes sobre los posibles asentamientos rusos y de Jhon Meares para el año siguiente regresar (por orden del Virrey de Nuevo México pero sin la autorización de la metrópoli en Madrid) e instalar el Fuerte San Miguel cerca de Yuquot con el fin de reafirmar la soberanía española de la isla y defender sus derechos de navegación.

Esteban José Martínez de la Sierra

Al poco llegaron varios buques ingleses que fueron retenidos, reparados y la carga le sería devuelta cuando tuvieran la aprobación del virrey. Pasarían el Iphygenia, Norwesth América, el Princess Royal, todos relacionados con la compañía de Jhon Meares. Todos retenidos, alguno confiscado como pago por las reparaciones y dejados en libertad con la condición de no comerciar en suelo español. Con la llegada de un barco de la Royal Navy, el Argonaut comandado por James Colnett fue tratado con tal cortesía que Colnett reveló sus intenciones de instalarse en la isla y reclamar sus derechos basados en lo expuesto por el tercer viaje de James Cook como primer europeo sobre la zona. Esteban Martínez de la Sierra (que había participado en la primera expedición a bordo de la Santiago en 1774) le pidió la documentación y el británico apareció vestido de uniforme con su espada, haciendo visible que no reconocía la autoridad española en la zona, tras una discusión Colnett acabó detenido y su tripulación embarcada al puerto de San Blas tutelada por españoles.

Tras no hacer caso de lo insistido por Esteban Martínez, el comandante del Princess Royal regresó a Nutca por lo que fue detenido por el oficial español y su embarcación requisada, engrosando las filas de la marina española. Todos estos barcos y tripulaciones se enviaron a San Blas hasta que el virrey decidiera o la orden de la metrópoli llegara y determinara una resolución final al conflicto. Ésta llegó con la orden de devolver los esquifes a sus dueños pero también con el empeño de conversar el Fuerte San Miguel.

Meses después llegó la noticia de la muerte de Carlos III y la nueva orden de restituir las embarcaciones requisadas para evitar un conflicto aún mayor con Inglaterra. Dentro del contexto geopolítico de 1789, tras el apoyo español a la independencia de las colonias norteamericanas futuro germen de los EE UU, el apoyo de la flota holandesa a la inglesa y en pleno estallido de la Revolución Francesa en el país vecino. Pero por otro lado se intenta dar un nuevo impulso colonizador enviando a la zona al brigadier Pedro Autrán al mando de una flota entre los que destacaban Francisco de Bodega y Cuadra, Francisco de Eliza, Salvador Fidalgo, Jacinto Caamaño y Manuel Quimper (cuyos nombres se pusieron a muchas islas y aún permanecen en torno al actual Vancouver cómo se mostrará después). Así como dos corbetas conducidas por Alejandro Malaspina (da nombre a un enorme glaciar en Alaska).


Juan Francisco de la Bodega y Cuadra

El 3 de febrero de 1790 comienza ligada al mando de Francisco de Eliza con Salvador Fidalgo y con la cobertura de Manuel Quimper (que llevaba la Princess Royal, rebautizada como Princesa Real) las tropas del capitán Pedro Alberni (que dirige la 1ª Compañía de Voluntarios de Cataluña) y una fragata con Jacinto Caamaño. Quimper debía recibir órdenes de Madrid de entregar de nuevo a los británicos la ahora Pincesa Real pero cuando llegó la notificación a San Blas, ya había salido rumbo a Nutca, al no poder fondear allí por el tiempo se dirigió a Filipinas siguiendo órdenes. En Filipinas otro capitán la llevaría para su entrega en Macao, pero antes se cruzó con James Colnett en Hawaii quien le exigió el traspaso de la nave a sus manos de manera inmediata a lo que Quimper se negó. Antes de finalizar el año por fin acabó la fragata en Macao pero estaba destrozada y los británicos no la querían aceptar.

La diplomacia española actuaba con cordura pero con ingenuidad. Se enviaron misivas a Londres que propugnaban el restablecimiento de sus barcos y el reconocimiento de la soberanía española en la zona pero desconocían el altercado de Quimper con Colnett y un nuevo apresamiento de esquife británico por parte de Esteban Martínez de la Sierra en Nutca. Inglaterra contestó airadamente al gobierno ibérico exigiendo la devolución de sus naves, no continuar con esas agresiones y además una satisfacción justa mientras se preparaba para la guerra naval.

El capitán John Meares aportó un informe a la Cámara de los Comunes en el que reclamaba ese territorio como británico basado en el argumento de James Cook y en una propiedad que poseía, construida hacía tiempo cercana a Nutca. Los tratados internacionales y el reconocimiento del resto de países legitimaba las pretensiones del país de la piel de toro en lo que consideraríamos el actual Derecho Internacional, pero el mayor poderío de la marina británica y su empuje estaban a punto de acabar con el último intento de hegemonía española a nivel mundial. El gobierno no podía permitirse una guerra con Inglaterra pero aún así rearmó sus tropas y realizó movimientos tácticos. Tras la previa contestación diplomática de los rusos (accedían inicialmente a no establecerse en esa zona) la respuesta británica era desproporcionada e injusta. Detrás se escondían las viejas pretensiones británicas.


El capitán inglés George Vancouver era el comisionado británico mientras que el comisionado por la monarquía católica era Juan Francisco de la Bodega y Cuadra para negociar cómo llevar a cabo los límites definitivos sobre lo firmado en la 1ª Convención de Nutca. Aunque a finales de 1792 aún no habían llegado a un acuerdo (los británicos proponían que las posesiones españolas llegaran hasta San Francisco, los otros que hasta Nutca o el Estrecho de Juan de Fuca) pero sí se desmovilizaron las escuadras en situación prebélica que era la situación más delicada. En la siguiente convención Jhon Meares fue indemnizado por el apresamiento de los barcos (Esteban Martínez de la Sierra había sido absuelto del juicio español previo). En la posterior y ya 4ª Convención de Nutca en 1794 se acordó evacuar el Fuerte San Miguel y que no hubiera asentamientos permanentes en la bahía por parte de ninguno, así como un acceso libre a cualquiera de ellos por parte de ambas potencias. En 1795 se abandonó definitivamente la isla de Nutca y al arriarse la bandera española se izó la británica. Un año más tarde se organizaría un viaje para constatar lo adquirido por el virrey de Nueva España, pero sería ya la última expedición.

El comienzo de las guerras napoleónicas provocó situar la atención en otros menesteres más apremiantes y olvidarse de esta zona de conflicto. Se transfirieron sus demandas de derechos históricos sobre Oregón y Nutca a los Estados Unidos por el Tratado de Adams-Onís de 1819. La metrópoli perdía sus territorios en Oregón, Florida, Loussiana y la posibilidad de navegar por el Mississipi, pero ganaba el reconocimiento de la soberanía española en Texas. Por lo que el litigio con Gran Bretaña pasaba ahora a estar en manos de EE. UU. quien finalmente zanjó el asunto con el Tratado de Oregón en 1846, paso previo a la definitiva y futura frontera con Canadá.

Topónimos españoles en Vancouver
Topónimos de origen español en la actual Vancouver


Aún hoy se pueden comprobar los restos de estas expediciones españolas de finales del siglo XVIII por la gran cantidad de topónimos de origen español que subsisten no sólo ya por toda California sino también en lugares tan remotos como en la bahía de la isla de Nutca y el Estrecho de Juan de Fuca relacionados sobre todo con los nombres y apellidos de los protagonistas de los sucesos aquí narrados. La llamada Isla de Quadra y Vancouver (hoy conocida como Isla de Vancouver) terminó únicamente con el nombre del capitán inglés por que la historia que recibirían los habitantes de la zona fue relatada como ocurre casi siempre por los vencedores y no por los vencidos.



Chema García
Sobre la bula Inter Caetera ver:


Mapas elaborados por Chema García con Google Earth. Versión 5.2.1.1588 // Gracias a @Miquelsilvestre por la información sobre sus vídeos de Vancouver e Isla Galiano que he insertado en este post.

Requiem for a Soldier: Band of Brothers Theme. (Requiem por un soldado: Banda sonora de la Serie Hermanos de Sangre)




Os muestro una mezzosoprano galesa de gran talento y belleza, Katherine Jenkins, interpretando un soberbio tema que engalana los títulos de crédito de esta mítica serie de la HBO.

Producida por Steven Spielberg y Tom Hanks versa sobre los avatares y penurias soportados por la Easy Company (Compañía Easy) del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista (506th Parachute Infantry Regiment), de la 101ª División Aerotransportada (U.S 101st Airborne Division) del Ejército de los Estados Unidos y en uno de sus primeros líderes de sección, el Teniente Richard Winters (más tarde Mayor Winters). La serie se basa en el libro del mismo título, escrito por el prestigioso historiador y biógrafo Stephen Ambrose.

La Compañía Easy de la 101 División Aerotransportada de los Paracaidistas de los Marines estadounidenses en plena Segunda Guerra Mundial lucharon con esmerada valentía dejando sus vidas por conseguir la libertad que hoy disfrutamos todos en Europa.

Debajo del vídeo aparece la letra de la canción en inglés y posteriormente la he traducido (un poco libremente, todo hay que decirlo). Me quedo con la estrofa: "los Héroes pagasteis el precio; jóvenes que moristeis yendo al paraíso por las guerras de los viejos".

Esta canción quiero dedicarla a todos aquellos que: "lucharon para que podamos disfrutar de un radiante sueño de amor y esperanza, vida y libertad" de cualquier época y de cualquier lugar y no sólo a aquellos héroes sino a todos y cada uno de nuestros seres cercanos que han contribuido de alguna forma a que germine esa semilla en nosotros.





You never lived to see what you gave to me. One shining dream of hope and love,
Life and liberty.
With a host of brave unknown soldiers. For your company,
you will live forever:Here in our memory.
In fields of sacrifice, Heroes
paid the price, young men who died for old men's wars, gone to paradise.
We
are all one great band of brothers. And one day you'll see we can live together.
When all the world is free
I wish you'd lived to see all you gave to me.
Your shining dream of hope and love, Life and liberty.
We are all one great
band of brothersand one day you'll see - we can live together: When all the
world is free.

No llegasteis a vivir lo suficiente como para contemplar
lo que me habéis dado: Un brillante sueño de amor y esperanza, de vida y
libertad.
Junto a un puñado de valientes soldados anónimos, para vuestra
compañía, viviréis para siempre: Aquí en nuestra memoria.
En los campos de
sacrificio, los Héroes pagasteis el precio; jóvenes que moristeis yendo al
paraíso por las guerras de los viejos. Todos somos grandes hermanos de sangre.Y
un día veréis como podemos vivir todos juntos. Cuando el mundo entero sea libre.
Me gustaría tanto que hubieseis sobrevivido para ver todo lo que me disteis.
Vuestro radiante sueño de amor y esperanza, vida y libertad.
Todos somos
grandes hermanos de sangre. Y un día vosotros lo veréis – Nosotros podemos vivir
juntos: Cuando el mundo entero sea libre.
P.D. Doy las gracias a mi amigo José Miguel por darme a conocer a Katherine Jenkins.


Chema García

Bicentenario son 200 años para convivir como hermanos.




Hace unos meses cuando comenzaron las celebraciones del bicentenario de la independencia de "aquellas" colonias latinoamericanas, hoy en día países que todos conocemos realicé estas reflexiones en el grupo "Poesías para el bicentenario latinoamericano" de Salamaga (ver http://www.salamaga.com/group/poesiasparaelbicentenario?groupUrl=poesiasparaelbicentenario&xg_source=activity&id=3000569%3AGroup%3A72390&page=7#comments ) . Muchas poesías que allí aparecen son a favor de sus orígenes y aunque no es poesía sino un ensayo en prosa poética a continuación comparto con vosotros lo allí relatado:

No celebro lo que quien representa en nombre del pueblo llevó a cabo en aquellas fechas, no celebro las propias matanzas entre primos de lengua, cultura y humildad.
Si celebro la libertad que tenemos hoy para poder elegir a nuestros amigos y voluntariamente decidir darnos la mano.
Si celebro espacios donde compartir un futuro deseado por todos sin diferencias. Cada uno llevando con orgullo sus propias costumbres y aprendiendo que nuestros vecinos tienen las suyas. Lo importante no es quien fue el primero, o el más fuerte, o el más alto. sino quien alarga más la mano para poder compartir y ayudar sin esperar nada a cambio.
Hagamos una nueva moneda, una moneda de cambio. Primos y hermanos extrechemos nuestras manos, seamos cuerdas de una misma guitarra, moviendonos en armonía, creando hermosas melodías que nos hagan a todos disfrutar sin tener que amenazarnos. Cómo decía Victor Jara, en sus letras "yo no canto por cantar, ni por que tenga buena voz, sino que canto por que la guitarra tiene sentido y razón... guitarra trabajadora con olor a primavera".

En el pasado se cometieron muchos atropellos, pero uno no es responsable de las acciones de aquellos que habitaban donde hace unos años tuvimos en suerte nacer.
Todos sufrimos por igual cuando alguien levanta una mano contra nosotros, y sufrimos más cuanto más cercana y más conocida sea esa mano, que las manos solo se levanten para fundirnos en un enorme abrazo y luchar por no repetir los errores del pasado.
Todos somos necesarios en el mundo del mundo en que vivimos y ninguno somos insustituibles por que somos diferentes para enriquecer nuestros corazones y rellenar los huecos de las heridas de antaño. Creemos nuevas medicinas, para recibir nuestra libertad con los brazos abiertos, que los fusiles disparen poemas, con versos calados, bayonetas con hermosas palabras que atraviesen nuestras mentes y nos dejen pensando. Pensando en el mañana, posible por tiempos lejanos. Decisiones nefastas nos dividieron, aprendamos de lo ocurrido que estos 200 años nos enseñen que las luchas están y se desarrollan en nosotros mismos.
El enemigo es dejarnos arrastrar por los comportamientos globales de las masas y no por nuestros propios pensamientos. Somos uno dentro de muchos, somos muchos pensamientos que al plasmarse hablarían con una sola voz: Hermanos no somos tan diferentes. No nos creamos mentiras cuando van a hacernos daño, cuando tratan de enfrentarnos, para no levantar cabeza y no tener un criterio propio y humano.
Latinoamérica es un crisol de culturas, una mezcla enriquecida por la sangre de todos aquellos que la construyeron con su esfuerzo y con su colaboración, independientemente del origen mexicano, argentino, boliviano, ecuatoriano, venezolano, chileno, paraguayo y por que no decirlo españoles también.
Curiosamente hoy en día, se escucha, que los españoles tenemos la idea colonialista de que gran parte de América nos perteneció en algún momento. Señoras, señores, nada más lejos de la realidad. Quien tiene una mínima formación es consciente de que esos pensamientos han sido erradicadas hace mucho tiempo.
Por lo tanto, uno no es responsable de lo que hicieron sus abuelos (tanto para lo bueno como para lo malo; no hablemos ya de las decisiones de los gobernantes de estos mismos) pero si es responsable de sus propios actos y de sus propias palabras, y de adonde le gustaría que fuese el futuro.
Por eso me sumo a la celebración del Bicentenario de la libertad de los pueblos latinoamericanos siempre que sea entendida cómo un acto a superar y como representación del hermamiento que ahora nos une. Lamento, como siempre hago las intestinas luchas entre primos y hermanos hispanoamericanos (españoles y americanos que compartimos la misma lengua) y latinoamericanos (los que en el pasado tuvimos lazos comunes por proceder de Francia, Portugal, España y los territorios que en el pasado fueron administrados por los mismos).
No olvidemos que la historia es muy amplia y variopinta y que en ocasiones nos dejamos arrastrar por la importancia dada de determinados sucesos utilizados como excesivamente simbólicos por unos pocos, para dividirnos en nacionalismos excluyentes. Cultura sí, cerrazón para aceptar la cultura de nuestros vecinos y amigos, no. Por lo tanto hoy podemos servirnos de la historia para hacer hincapié en el momento que queramos y por poner ejemplos:
- Todos fuimos colonias de aquellos seres africanos conocidos como Homo Ergaster, aquellos primeros homínidos que salieron de Africa hace aproximadamente 1,5 millones de años.
- América fue colonizada por aquellos asiáticos que cruzaron el Estrecho de Bering (si alguien quiere aceptar otras teorías, perfecto, pero tambien serían asiáticos).
Por lo tanto no elegimos donde nacemos pero sí que hacer por decidir cual es el mundo en el que nos gustaría vivir, y lo hacemos con los lenguajes que las artes nos han otorgado, con nuestras poesías, con nuestras palabras, con nuestras fotografías, con nuestras esculturas, películas, y un largo etcétera.
Y si es así unámonos en defender aquello que nos une en vez de alardear de aquello que nos diferencia para tratar entre todos de realizar un mundo más apacible en donde convivir. No es fácil, nadie dijo que tuviera que serlo pero en nosotros se encuentra la libertad de elegirlo.
Proclamo una serie de máximas como un ruego de esperanza, como un futuro posible y cercano por las que deberíamos juntos luchar codo con codo:
Abajo la opresión de los que en nombre del pueblo subyugan su libertad.
Abajo utilizar la ideología política (sea de la tendencia que sea) para anular el pensamiento de quien lucha por la libertad propia y ajena.
Abajo quien impide pensar y expresarse libremente pero mucho más abajo quien utiliza la violencia en nombre de la libertad para malherir a sus vecinos.
Abajo palabras marchitas con grandes coloridos que atontan nuestros sentidos.
Abajo quienes se sienten superiores según el lugar donde hayan nacido.
Abajo aquellos que defiendan lo que defiendan, mientras reproduzcan modelos que con sus palabras critican generando estancias de piedra, donde afilar las iras de gentes que contra un enemigo común hacen frente olvidándose de que quien les une y alienta se sientan en sillas de oro y engrosan sus cuentas corrientes sin parar de crecer sus ahorros.
Abajo el color de la piel, no existe origen para dividir, solo existimos seres humanos.
Abajo la conciencia que se crea para oprimir, sólo existen vecinos que luchan por encontrar un digno trabajo, alimentar sus estómagos, educar a sus hijos y llegar a plasmar ilusiones que hoy vemos como quiméricas mansiones donde hay cabañas de barro.
Abajo las luchas por dominar unos a otros como hace 500, 400, 300, 200, 100, ahora y antes de la llegada de esos antepasados cuya sed de oro y apropiarse de tierras cegaba sin reparo.
Abajo todo ser que en nombre de un pueblo intentaban dominar a sus vecinos por el asesinato y la fuerza.
Abajo aquellos llamados imperios que no lucharon por el bien de todos, sino por el enriquecimiento de unos pocos y anular las costumbres, la idiosincrasia de comunidades enteras que solo buscaban tener un hueco en las tierras de sus antepasados hasta donde llegaba su propia memoria colectiva como grupo.
Abajo miembros de aquellos imperios, repúblicas o democracias que utilizaron la represión y el vil asesinato para usurpar, para silenciar, para robar, para colmar, para acumular aquello que no podían poseer y enseñar sus más míseras vergüenzas teniendo tantas y tantas personas que sufrir sus atropellos con total impunidad.
Abajo defender ideas con armas y arriba los usos de las palabras.



Bicentenario son 200 años... para convivir como hermanos
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Chema García

Epitafios Vadinienses




En las estribaciones del Mons Vindius, un territorio conocido hoy en día como los Picos de Europa entre el oeste de Cantabria, el este de Asturias y el noreste de León habitaron unas gentes que tuvieron ilusiones, que lucharon para sacar adelante sus vidas, y las de sus familiares y amigos, que honraban a sus caballos como uno de los bienes más preciados que trascendía nuestro concepto sobre la pertenencia, sobre la identidad, sobre el más acá o el más allá. No eran pues muy diferentes de nosotros que año tras año celebramos u honramos a nuestros antepasados, amigos y seres queridos ya desaparecidos en un día como el 1 de noviembre.
Picos de Europa (Vistos desde Cantabria)


Estas “gentes” llamadas así mismas Vadinienses pertenecieron a su vez al pueblo cántabro y astur. Aquellas tribus tuvieron a Corocota como máximo exponente de lo que significa luchar por mantener una identidad propia, incluso contra un imperio como el de Roma y su entonces Imperator Octavio Augusto, unas décadas antes de que en Nazaret se adscriba el nacimiento de quien marca nuestro calendario. Tras el transcurso de sus guerras con Roma a través de los años, astures y cántabros en general y los Vadinienses en particular acabaron aculturando y aceptando unos modos de vida que, cerca o lejos de su intención, no les quedó más remedio que acatar. Ese dialecto de aquellos inicialmente extraños y forasteros romanos y de los que acabaron formando parte, hoy por nosotros sigue siendo utilizado tras siglos de evolución. En esa misma lengua plasmaron los habitantes de Vadinia allá por el siglo II y III d. C. en unas estelas funerarias (de las que hemos heredado las lápidas y epitafios de nuestros cementerios) el inmortal recordatorio en piedra sobre la memoria de quienes transitaron por esos preciosos lugares de montaña.
Ahora que tan de moda se ha puesto el mundo antiguo y el dux lusitanorum, es decir el “caudillo” o el “jefe tribal” de Viriato por la televisiva serie de Antena 3, llamada Hispania, afloran a mi mente una curiosa asociación de imágenes grabadas sobre roca que descubrí hace ya algunos años en una visita al museo de San Marcos en la ciudad de León sobre epigrafía funeraria (epitafios que recuerdan la muerte y señalan el lugar de entierro de alguien) de los Vadinienses. Eran grandes cantos rodados de ríos en los que además de relatar quienes y para quién habián mandado erigir dichas estelas, aparecían grabados ciervos pero sobre todo caballos en actitud libre, galopando o al trote. Muchos de ellos con el nombre de quien había dejado su lugar entre sus compañeros y acompañadas de una serie de signos astrales, relacionando un último batir de cascos antes de la despedida, una última vuelta por el mundo antes de ese tránsito, de esa salida o ese comienzo. Lo cierto es que esa metempsicosis o “transmigración del alma de un cuerpo humano a un animal” para liberar nuestra parte de esencia pura no material, y que siga avanzando al trote entre estrellas y hierbas nos hace dar un sentido racional a la mayor e irracional batalla a la que el ser humano se tiene que enfrentar: La muerte.
Y puesto que son estelas funerarias, recogen e inmortalizan a quienes van erigidas, algunas recogen quien ha encargado su elaboración y los lazos de parentesco que los entroncaban. Como ejemplo de ello nos encontramos con una que llamó mi atención hace ya unos cuantos años. Maisontina es su protagonista, Liegos en el valle del Burón (muy cercano a Riaño, León) es el lugar donde se desarrollaron los hechos. Una eminencia en Historia Antigua como José María Blázquez en su análisis epigráfico nos habla de Aliomus el padre y dedicante, nos describe que la cruz sea probablemente un signo astral (yo llegué a la misma conclusión cuando la vi por primera vez y se compondría de unas 9 estrellas, quizá la constelación de Géminis con Castor y Pollux por su culto o la del cisne, por su semejanza con la cruz; aunque está lejos de verificarse aún esta interpretación) y el caballo en actitud de marcha con una marca en forma de 8 sobre su anca. La cruz (que para nada tiene relación con lo cristiano puesto que la cruz como símbolo cristiano es bastante posterior, así como la llegada de estas creencias a estos lares) aparece también en Numancia en al menos un par de pinturas sobre caballos, toros y peces, así como el adorno que aparece sobre el anca del caballo que también se encontró en Numancia en un vaso de peces y probablemente tiene también con significado astral. Las letras dicen tal que así:

D(iis) M(anibus) M(onumentum) P(osuit) ALIOMUS PARENS FILIA SUAE PIENTISSIMAE MAISONTINI: P(lus) M(inusbe):AN(norum): XVIII.
Cuya traducción sería: “A los dioses Manes. Un monumento puso Aliomo a su piadosísima hija Maisontina, de unos dieciocho años (más o menos)”. Una posible descripción de su historia está perfectamente reconstruida con su pequeña parte novelada para darle verosimilitud y muy bien documentada por cierto (podeis leerla aquí: http://www.lavozdesalamon.com/archivos%20pueblo2004/maisontina.htm)
No hace mucho tiempo he tenido la oportunidad de montar a caballo, de descubrir los lazos emocionales que se experimentan entre jinete y montura, de la sensación de libertad y del hermanamiento que se produce entre dos seres que acompasan su movimiento para ir juntos hacia la misma dirección. No hace falta narrar aquí la significación que para los Vadinienses tendrían esos caballos que criaron con esmero y que formaron parte de sus propias vidas, tanto que al abandonarlas se transformaban en uno para seguir al trote, libremente su propio camino, sin las ataduras y las complejidades de este mundo.
Otra curiosidad asociada también a los Vadinienses y en relación con un nombre que en ocasiones utilizo desde hace tiempo es el de Lepidus un nombre latino que significa, gracioso, jocoso, alegre, lindo, amable, ingenioso. El azar, simulando a los dadaístas en una ocasión que tenía necesidad de un nuevo nick convirtió a Lepidus como era conocido en el cognomen de rigor al abrir un diccionario de latín por la mitad y a su total y libre albedrío y de ahí salió el nombre. ¿Y que relación hay entre Lepidus y los Vadinienses?

Estela Vadiniense Lepidus

Esta misma: «MON(UMENTUM). l. ANTONIO AQUILI FILIO VADINIENSI ANNORUM XX LEPIDUS NEPOTI SUO POSUIT» (“Lépido puso este monumento a su sobrino [o nieto] L. Antonio, hijo de Aquilo, vadiniense, de 20 años de edad”).
Por lo tanto estos días en los que se asan castañas, el frío y el agua fraguan junto con el viento hasta construir verdaderos muros de melancolía, de recuerdos, de situaciones en las que la luz pasa de amarilla, brillante y vivaz a gris, apagada y tibia no hay que olvidar que las horas forman parte de unos ciclos, como los meandros de los ríos, como las hojas de los árboles. A veces es necesario pararse y empaparse levemente de esa morriña para aprehender en toda su magnitud que somos algo más que estrés o que sonrisas, o buenas noticias, pero nunca hay que perder de vista que como el curso del agua, no se para aunque siempre veamos un fondo cristalino aparentemente inmóvil y quieto, si introducimos el brazo en el agua nos daremos cuenta de que la corriente existe y no deja que nada se pare.
Por lo tanto sigamos el curso de la corriente y una vez que nos hayamos parado y lo hayamos percibido, bebamos agua de nuevo y continuemos nuestro viaje, hacia la siguiente ruta, entre hierbas o estrellas, siendo conscientes de que nuestro trazado lo marca ese caballo libre que ondula sus crines al viento y con el que siempre somos capaces de disfrutar como cuando eramos niños y no existían miles de limitaciones de las que nos cargamos a cada momento. ¡Que la tierra nos sea leve y que no nos pare ni el viento!
Chema García

Noche toledana, Potosí, Popurrí, Adonis, Capitán Araña, Arpía y Estar en Babia. Significado y origen de algunas expresiones populares






Pasar una noche toledana


Frase proverbial de uso popular con la que se denota pasar una noche sin dormir, por disgustos o molestias que le impiden a uno entregarse al sueño. Su origen es el siguiente:
Nombrado el joven Yusuf gobernador de Toledo, causaron tales disturbios sus excesos, que en poco estuvo el que le costara la vida. Pero los magnates toledanos mediaron a favor suyo, y disponiendo su encierro para la mayor seguridad de su persona y más pronta recuperación de la tranquilidad perdida, solicitaron su deposición al emir, el cual dispuso fuese reemplazado por su padre Amrú, quien solicitó el cargo, deseoso de vengar el ultraje que presumía haber recibido en la persona de su hijo. Con efecto, en el año 806 se le terció la coyuntura apetecida con ocasión de pernoctar en Toledo el hijo de Abd-el-Rhaman, joven de quince años que pasaba a la España oriental mandando un cuerpo de caballería compuesto de cinco mil hombres. So pretexto de celebrar la llegada de este príncipe con un banquete, invitó el vengativo a los magnates de Toledo; y cuando se encontraban éstos entregados a los placeres propios del festín, cayó sobre ellos la tropa de Abd-el-Rhaman, pasando á cuchillo a cuatrocientos individuos de la grandeza. Desde entonces se atribuye ese sentido de pasar una noche tan mala como la de aquellos.

Cursi.

No hace muchos años que en una de las más bellas ciudades de Andalucía moraba una familia, parte de la cual la componían varias hermanas que vistiendo lujosamente, lo hacían, empero, con pésimo gusto y ridícula afectación, atendidas las leyes de la exigente, despótica o inexorable moda. Unos cuantos jóvenes de buen humor pertenecientes a las clases más distinguidas de aquella localidad, aficionados a burlarse hasta de su propia sombra, y que para entenderse mejor en sus reuniones privadas, habían adoptado un lenguaje especial, tan sólo de ellos conocido, consistente por lo regular en el uso de la metátesis (Según el Diccionario de la RAE en su vigésimo segunda edición sería “Cambio de lugar de algún sonido en un vocablo; p. ej., en perlado por prelado”. Era figura de dicción, según la preceptiva tradicional) dieron en llamar "cur si" a toda aquella persona que en su modo de vestir lujoso, pero desgarbado, era una viva imitación de aquellas señoras, bien así como a todo objeto chocarrero o inelegante, aún cuando de valor; de donde, repetido un día y otro dicho término, llegó a hacerse en breve de un uso común y corriente, hasta el extremo de verse precisada nuestra Academia a darle cabida en las columnas de la última edición de su Diccionario.

Patena. -Limpio como la patena.

Dícese de todo aquello que está muy limpio y reluciente, como queda la patena en el acto de la celebración de la misa después que el sacerdote la ha restregado prolijamente con las yemas de los dedos pulgar e índice, á fin de que no quede en ella la más mínima partícula consagrada.

Popurrí (y no “pupurrí” como mucha gente pronuncia)



Esta voz, puramente francesa, compuesta de pot y pourri, y equivalente en nuestro idioma a olla podrida, ha prevalecido en nuestro suelo sin necesidad alguna para comparar, con este manjar toda miscelánea literaria o musical, y también aquella comisión, revoltillo o desbarajuste de hechos o ideas, cuya comprensión se sustrae a la mente del espectador. Siendo un plato genuino de España (del que ya habla Cervantes en El Quijote) y que consta de una mezcolanza de legumbres, verduras y carnes; el primero y más antiguo cocido con alubias rojas con carnes poderosas como chorizo, pezuña, morcilla, cecina, y con huevo, relleno. Hoy se parecería a lo que hoy entendemos por “potaje” pero sin la connotación negativa que éste tiene o por “batiburrillo”. Lo curioso es que fueron los franceses los que le dieron el nombre de pot pourri (de ahí popurrí) cuando sus tropas invadieron por 1808 las tierras hispanas, al conocer este plato tan nuestro. Posteriormente y a lo largo del s. XIX cuando desde Francia y con la eclosión de géneros musicales cuando se pretende realizar una mezcla de composiciones musicales variadas, hablan de un “popurrí” de canciones y esa acepción pasa a nosotros afrancesada.

Potosí. -Es un Potosí. Vales un Potosí.

Aplícase a aquella casa muy acaudalada, al negocio que produce rentas pingües, o la persona cuyo valor antes una acción concreta y puntual ocasiona que sin ella no se habría conseguido lo que se pretendía. Su origen menciona alusión a las ricas minas de plata en que abunda aquella ciudad de Perú, las cuales fueron descubiertas en el año de 1645.

Adonis. -Es un Adonis.



Aplícase al mancebo hermoso y bien dispuesto, con alusión a un personaje mitológico así llamado, Adonis cazador. Cuando Adonis nació, era un bebé tan hermoso que Venus (Afrodita) quedó hechizada por su belleza, así que lo encerró en un cofre y se lo dio a Perséfone para que lo guardara, pero cuando ésta descubrió el tesoro que guardaba quedó también encantada por su belleza sobrenatural y rehusó devolverlo. La disputa entre las dos diosas fue resuelta por Zeus (o Calíope, según las versiones), quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien quisiera. Adonis sin embargo prefería vivir con Afrodita, pasando también con ella los cuatro meses sobre los que tenía control. Adonis murió destrozado por los colmillos de un jabalí enviado por Artemisa como represalia por la implicación de Afrodita en la muerte de Hipólito. Otras versiones cuentan que el jabalí era el celoso amante transformado de Afrodita, Ares. Afrodita roció néctar sobre su cuerpo, de forma que cada gota de su sangre se convirtió en una flor roja llamada anémona. Cuando Afrodita corrió a socorrerle se hirió con unas zarzas y sus gotas de sangre se transformaron en unas flores parecidas a las rosas que se llamaron «adonis». Desde entonces cuando alguien dice de otro que es un adonis, se refiere a un icono de la belleza masculina como hoy podrían serlo Cristiano Ronaldo, Brad Pitt, etcétera.

Araña. -Parecerse al patrón, Araña.

Dícese por los que exhortan a otros a hacer; aquello mismo que ellos huyen, como lo atestigua el refrán: El patrón Araña embarca, y él se queda en tierra. Algunos dicen: Parecerse al capitán Araña, y tal vez vayan más fundados, pues según testimonio de personas fidedignas, cuando a principios del último tercio del siglo pasado se enviaba a las Américas gente de nuestro país, con el fin de combatir a los insurrectos de aquel suelo, existía en una de las ciudades de nuestro litoral un capitán de buque llamado Araña, (nombre que el vulgo hubo de transformar luego festivamente en Araña), del cual se cuenta que después de reclutar individuos con el precitado objeto, nunca más volvió a emprender viaje alguno allende los mares. Con motivo de esta significación la palabra Campana.

Arpía. -Ser una arpía, ó Ponerse hecho una arpía.




Aplícase a la persona huraña y de genio agreste, y a veces también á la que es hábil y mañosa para sacarlo a otro sus intereses.
Las arpías eran unos monstruos fabulosos, hijos de Neptuno y de la Tierra, sumamente voraces, que al rostro de mujer unían cuerpo de buitre con alas, garras en los pies y en las manos, y orejas de oso. Las principales se llamaban Aello, Ocipete y Celeno.

Babia. -Como el que está en Babia.


Entendiese comúnmente por Babia el país de los tontos; por eso se dice que está en Babia el que se halla completamente distraído y alelado. Babieca, babieco y Babia proceden todas ellas de la palabra baba y aluden a los bobos, a quienes se les cae. La versión más moderna que conoce Iribarren es la siguiente:

«¿Que por qué se dice estar en Babia cuando se está como ausente o ajeno a lo que sucede en torno? Parece que los reyes de León gustaban, como gente fina que eran, de pasar largas temporadas de verano en Babia, cuando todavía los duques de Luna no habían fijado allí su puesto de mando para expoliar el país. Babia era una región placentera, bien abastada, bien comunicada, guardada por gente pacífica e hidalga, leal al rey y, entonces, con buenos cazadores de osos, corzos y jabalíes. Ordoños, Ramiros, Alfonsos y Fernandos se encerraban en Babia muchas veces, huyendo de las intrigas de la Corte y de las ambiciones de nobles y prelados empeñados en instaurar la modalidad feudal. A veces los fieles súbditos leoneses echaban de menos a su monarca ausente, mientras las intrigas repetían: El rey está en Babia.» y con esto daban a entender que Su Alteza no quería saber nada de nada. Desde entonces, «estar en Babia» se dice de un estado psicológico que está entre el «dolce far niente» y el «no quiero saber nada».
Chema García

La Alberca: Ofertorio a la Virgen de la Asunción




La Alberca es una localidad sureña de la provincia salmantina ubicada en las estribaciones de la Sierra de la Francia. Está rodeada de bosques de robles y castaños. La fauna es rica en el lobo ibérico, el jabalí, el corzo, la cabra hispánica reintroducida con éxito hace algunos años, el gato montés, el zorro y las jinetas entre otros. Entre las aves destacan las rapaces como el águila real, el buitre leonado, el milano, el ratonero y la cigüeña negra.

Su nombre “Alberca” del se quiere derivar de Al-Bereka y éste del árabe Al-birkah (el estanque o construcción para albergar agua destinada al regadío), asegurando la tradición que se llamó Valdelaguna, quizá por la abundancia de aguas que hay en el contorno. Sus alrededores están marcados por el topónimo Francia, como la Peña de Francia, el río Francia, y varios pueblos así llamados en la Edad Media, al ser repoblado por franceses desde que por tierras salmantinas llegaran repobladores liderados por Raimundo de Borgoña. En 1215 ya aparece “La Alberca” con dicho nombre cuando Alfonso IX de León establece allí y en Miranda los límites de su reino leonés.

La fiesta que aquí acontece se llama Ofertorio a la Virgen de la Asunción, conocida esta tradición como el Diagosto. Son las fiestas más importantes de La Alberca. Están declaradas de Interés Turístico Nacional, y se celebran del 14 al 18 de Agosto.



Ofertorio a la Virgen de la Asunción

Inicialmente el Ofertorio se produce cada domingo en cualquier Eucaristía o “misa” donde llegado el momento se ofrece a Dios el pan y el vino a modo de sacrificio. El día de mayor fiesta en multitud de pueblos se realiza un ofrecimiento anual a la Virgen de una serie de viandas y sacrificios dando gracias por los favores otorgados y pidiendo para que el próximo año la Virgen pueda interceder y no deje a los habitantes del pueblo desamparados sin su protección.

Por la mañana, un tamborilero es el encargado de dar el pasacalles. A media mañana, autoridades, mayordomos, cofrades y danzarines, se reunen en la Plaza Mayor, desde donde parten en comitiva hacia la Iglesia Parroquial.

La Plaza Mayor goza de una riqueza en sí misma espectacular. A sus soportales con fachadas y balconadas de madera, sustentadas por columnas de piedra, hay que añadir un magnífico Crucero de piedra donde están tallados los símbolos de la Pasión de Cristo, con sumo detalle. Aparecen no sólo clavos, instrumental de tortura o una enorme escalera para el desenclave sino que sale hasta la bolsa donde Judas albergó sus 30 monedas de plata.



Las mujeres sacan a relucir los cobertores bordados más lucidos de los que presumen, guardados con celo y que pasan de madres a hijas, para engalanando los balcones de semejante arquitectura serrana, provocan en sus fachadas un contraste colorido entre las más aromáticas flores, colchas, paños y mantones... escoltando a foráneos, autoridades, mayordomos y danzarines, y sobre todo a la Virgen patrona. Después de la Misa Mayor, la talla de la Virgen de la Asunción es llevada en procesión, hasta la plaza mayor de origen renacentista, y ornada para la ocasión.

Colocada la imagen en el flanco sur de la Plaza, da comienzo el Ofertorio. Un ritual con un orden muy estricto y solemne, en el que primero ofrecen autoridades y Mayordomos ataviados con los trajes típicos arrodillándose tres veces, en tres sitios determinados ante la Patrona y nunca dándole la espalda. Después ofrecen de la misma manera las familias de los Mayordomos; cada familia sale por una de las cuatro esquinas de la Plaza, y en un riguroso orden de parentesco, los familiares del Mayordomo van “ofreciendo”.

VarlaniaTraje de Vistas



Es este uno de los días, donde se pueden contemplar con mayor belleza los trajes de La Alberca, y como no el espectacular Traje de Vistas, que lucen las Mayordomas y las novias el día de la boda y los más mozos los vestidos más sobrios de sus abuelos. El Traje de Vistas se encuentra entre los más ricos de España. De influencias orientales, árabes y judías. Se compone de sedas, linos y terciopelos solamente en el refajo. Además están las sayas, el manteo y el jubón se completa con una orfebrería barroca, con enormes collares de filigrana dorada, oro, plata y coral, relicarios, amuletos y talismanes. Se acompaña además de adornos con forma de trucha para bien fecundar, el león guardián de la virginidad, castañas y sonajeros.

Son de reseñar los motivos de los bordados típicos de la Alberca como el águila bicéfala, el león y la trucha, junto a motivos florales y geométricos con formas sumamente originales y por lo tanto no sólo únicas sino con un sello de distinción que se reconoce por donde quiera que van.



Símbolo de Inquisición en dintel de casa serrana, existe en dos viviendas de La Alberca.
Las adinteladas casas serranas, uno de cuyos máximos exponentes es la Alberca, son en su mayoría del siglo XVIII como aparece en muchos dinteles de sus puertas. Estos albergan una simbología rica en torno a un mundo mágico-religioso que aparece representado con exquisita pulcritud. Uno de ellos son los símbolos de la Inquisición que tuvo aquí cárcel y Tribunal y rollo para los reos.


Las casas están en su mayoría construidas con un entramado de madera que sirve de armazón y rellenado con un mortero a base de canto y barro, destacando sus primeras plantas por ser de robusta piedra de granito que abunda por la zona.




El famoso dicho a cada cerdo le llega su San Martín adquiere en esta villa su máxima expresión, cambiando el santo por San Antón y es que cada año a un cerdo joven se le suelta por las calles del pueblo, entre todos los vecinos se le da de comer, se le aloja y cuida como si fuera propio, puesto que más adelante se produce una subasta y el vecino que en suerte le toque, se lo queda y se lo come, tras ser alimentado por todos. De esta tradición hay una estatua dedicada a semejante tradición. Y es que la Alberca es un lugar tradicional por sus matanzas, chacinas, y afamadas carnes de cerdo, animal del que dicen que no se desperdician ni los andares. También conocidas son sus mieles (recomiendo la de romero) y turrones. Muchas otras tradiciones curiosas y originales como la Moza de Ánimas, San Antón, La Loa, el Patahenos, que dejo a los más curiosos indaguen por ahí y les animo a descubrirlas. Los Días del Pendón, el de Majadas y el del Trago revierten en esta villa una riqueza etnográfica sin parangón lo que le provocó hace ya setenta años que lo nombraran el primer pueblo de España como Monumento Nacional Artístico.



Documento audovisual de la fiesta del Diagosto en la La Alberca (por Chema García)

Chema García

"La vida en un día" y yo descanso por vacaciones




No se trata con el título de este post de generar una incertidumbre similar a la generada en la archiconocida película “La Vida de Brian” cuando Brian intenta convencer a un público más o menos entregado de lo que narra en una parábola, y será precisamente cuando diga algo aparentemente sin sentido cuando ya no tiene la necesidad de ser escuchado puesto que era una tapadera para poder huir en una persecución de los soldados romanos, es precisamente en ese momento cuando la masa enfervorizada le sigue.

Se trata simplemente de daros dos datos informativos el primero de ellos (que enseguida paso a contaros) va sobre el proyecto cinematográfico “La vida en un día” y la segunda simplemente el objetivo de este post es comentaros que durante unos días estaré de vacaciones y por lo tanto durante los mismos no habrá nuevas entradas o contestación a vuestros comentarios. En unos días volveremos a la carga, esperemos que con las
pilas cargadas.

La vida en un día es el nombre de un proyecto en el que estamos todos invitados. Es muy sencillo el próximo día de julio indicado tal y como viene explicado en esta url se puede llegar a ser seleccionado como codirector en un. festival del cine y el nombre de quien grabe algo cotidiano, si luego es seleccionado, verá su aparición junto al de Ridley Scott.

Con esta recomendación de que pongáis vuestras cámaras en uso tras vuestra más ferviente imaginación plasmada en la misma, me despido de vosotros por unos días que. me los voy a tomar de forma vacacional. He visto un par de comentarios recientemente y a los que gustosamente mostraré mi opinión a la vuelta de estos días de descanso. Mis felicitaciones a España por su victoria en Sudáfrica como nueva Campeona del Mundo y hasta muy pronto.


Chema García.



La creación de Brahma




Gustavo Adolfo Bécquer
Una leyenda de Bécquer de corte oriental, escrita y publicada en el mismo año que nacía el premio nobel hindú Sir Rabindranath Tagore, nos relata como en 1861 el conocimiento de la cosmogonía hindú no era extraña para nuestro genial poeta sevillano. Contenido que a continuación narro:

La creación

I
Los aéreos picos del Himalaya se coronan de nieblas oscuras en cuyo seno hierve el rayo, y sobre las llanuras que se extienden a sus pies flotan nubes de ópalo que derraman sobre las flores un rocío de perlas. Sobre la onda pura del Ganges se mece la simbólica flor del loto, y en la ribera aguarda su víctima el cocodrilo, verde como las hojas de las plantas acuáticas que lo esconden a los ojos del viajero. En las selvas del Indostán hay árboles gigantescos, cuyas ramas ofrecen un pabellón al cansado peregrino, y otros cuya sombra letal lo llevan desde el sueño a la muerte. El amor es un caos de luz y de tinieblas; la mujer, una amalgama de perjurios y ternura; el hombre, un abismo de grandeza y pequeñez; la vida, en fin, puede compararse a una larga cadena con eslabones de hierro y de oro.
II
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacío para asombro de sus habitantes. No busquéis su explicación en los Vedas, testimonios de las locuras de nuestros mayores, ni en los Puranas, donde, vestidos con las deslumbradoras galas de la poesía, se acumulan disparates sobre disparates acerca de su origen. Oíd la historia de la creación tal como fue revelada a un piadoso brahmín, después de pasar tres meses en ayunas, inmóvil en la contemplación de sí mismo y con los índices levantados hacia el firmamento.
III
Brahma es el punto de la circunferencia: de él parte y a él converge todo. No tuvo principio ni tendrá fin. Cuando no existían ni el espacio ni el tiempo, Maya flotaba a su alrededor como una niebla confusa pues, absorto en la contemplación de sí mismo, aún no la había fecundado con sus deseos. Como todo cansa, Brahma se cansó de contemplarse, y levantó los ojos en una de sus cuatro caras y se encontró consigo mismo, y abrió airado los de otra y tornó a verse, porque él lo ocupaba todo, y todo era él. La mujer hermosa, cuando pule el acero y contempla su imagen, se deleita en sí misma: pero al cabo busca otros ojos donde fijar los suyos, y si no los encuentra, se aburre. Brahma no es vano como la mujer, porque es perfecto. Figuraos si se aburriría de hallarse solo, solo en medio de la eternidad y con cuatro pares de ojos para verse.
IV
Brahma deseó por primera vez y su deseo, fecundando la creadora Maya que lo envolvía, hizo brotar de su seno millones de puntos de luz, semejantes a esos átomos microscópicos y encendidos que nadan en el rayo del sol que penetra por entre la copa de los árboles. Aquel polvo de oro llenó el vacío, y al agitarse produjo miríadas de seres, destinados a entonar himnos de gloria a su creador. Los gandharvas, o cantores celestes, con sus rostros hermosísimos, sus alas de mil colores, sus carcajadas sonoras y sus juegos infantiles, arrancaron a Brahma la primera sonrisa, y de ella brotó el Edén. El Edén con sus ocho círculos, las tortugas y los elefantes que los sostienen, y su santuario en la cúspide.
V
Los chiquillos fueron siempre chiquillos: bulliciosos, traviesos e incorregibles, comienzan por hacer gracia; una hora después aturden y concluyen por fastidiar. Una cosa muy parecida debió de acontecerle a Brahma cuando, apeándose del gigantesco cisne que como un corcel de nieve lo paseaba por el cielo, dejó aquella turbamulta de gandharvas en los círculos inferiores y se retiró al fondo de su santuario. Allí donde no llega ni un eco perdido, ni se percibe el rumor más leve, donde reina el augusto silencio de la soledad y su profunda calma convida a las meditaciones, Brahma, buscando una distracción con que matar su eterno fastidio, después de cerrar la puerta con dos vueltas de llave, entregóse a la alquimia.
VI
Los sabios de la tierra, que pasan su vida encorvados sobre antiguos pergaminos, que se rodean de mil objetos misteriosos y conocen las extrañas propiedades de las piedras preciosas, los metales y las palabras cabalísticas, hacen, por medio de esta ciencia, transformaciones increíbles. El carbón lo convierten en diamante, la arcilla en oro; descomponen el agua y el aire, analizan la llama y arrancan al fuego el secreto de la vitalidad y la luz. Si todo esto consigue un mortal miserable con el reflejo de su saber, figuraos por un instante lo que haría Brahma, que es el principio de toda ciencia. De un golpe creó los cuatro elementos y creó también a sus guardianes: Agnis, que es el espíritu de las llamas; Vajous, que aúlla montado en el huracán; Varunas, que se revuelve en los abismos del océano, y Prithivi, que conoce todas las cavernas subterráneas de los mundos y vive en el seno de la creación. Después encerró en redomas transparentes y de una materia nunca vista gérmenes de cosas inmateriales e intangibles, pasiones, deseos, facultades, virtudes, principios de dolor y de gozo, de muerte y de vida, de bien y de mal. Y todo lo subdividió en especies y lo clasificó con diligencia exquisita, poniéndole un rótulo escrito a cada una de las redomas.
VIII
La turba de rapaces, que ensordecía en tanto con sus voces y sus ruidosos juegos los círculos inferiores del Paraíso, echó de ver la falta de su señor. «¿Dónde estará?», exclamaban los unos. «¿Qué hará?», decían entre sí los otros; y no eran parte a disminuir el afán de los curiosos las columnas de negro humo que veían salir en espirales inmensas del laboratorio de Brahma, ni los globos de fuego que desde el mismo punto se lanzaban volteando al vacío, y allí giraban como en una ronda luminosa y magnífica. La imaginación de los muchachos es un corcel y la curiosidad, la espuela que lo aguijonea y lo arrastra a través de los proyectos más imposibles. Movidos por ella, los microscópicos cantores comenzaron a trepar por las piernas de los elefantes que sustentan los círculos del cielo, y de uno en otro se encaramaron hasta el misterioso recinto donde Brahma permanecía aún absorto en sus especulaciones científicas. Una vez en la cúspide, los más atrevidos se agruparon alrededor de la puerta, y uno por el ojo de la llave y otros por entre las rendijas y claros de los mal unidos tableros, penetraron con la mirada en el inmenso laboratorio objeto de su curiosidad. El espectáculo que se ofreció a sus ojos no pudo menos de sorprenderles. Allí había diseminadas, sin orden ni concierto, vasijas y redomas colosales de todas hechuras y colores. Esqueletos de mundos, embriones de astros y fragmentos de lunas yacían confundidos con hombres a medio modelar, proyectos de animales monstruosos sin concluir, pergaminos oscuros, libros en folio e instrumentos extraños. Las paredes estaban llenas de figuras geométricas, signos cabalísticos y fórmulas mágicas, y en medio del aposento, en una gigantesca marmita colocada sobre una lumbre inextinguible, hervían con un ruido sordo mil y mil ingredientes sin nombre, de cuya sabia combinación habían de resultar las creaciones perfectas.
XI
Brahma, a quien apenas bastaban sus ocho brazos y sus dieciséis manos para tapar y destapar vasijas, agitar líquidos y remover mixturas, tomaba algunas veces un gran canuto, a manera de cerbatana, y así como los chiquillos hacen pompas de jabón valiéndose de las cañas del trigo seco, lo sumergía en el licor, se inclinaba después sobre los abismos del cielo y soplando en la una punta, aparecía en la otra un globo candente que, al lanzarse, comenzaba a girar sobre sí mismo y al compás de los otros que ya flotaban en el espacio.
XII
Inclinado sobre el abismo sin fondo, el creador les seguía con una mirada satisfecha, y aquellos mundos luminosos y perfectos, poblados de seres felices y hermosísimos sobre toda ponderación,que son esos astros que, semejantes a los soles, vemos aún en las noches serenas, entonaban un himno de alegría a su dios, girando sobre sus ejes de diamante y oro con una cadencia majestuosa y solemne. Los pequeñuelos gandharvas, sin atreverse ni aun a respirar, se miraban espantados entre sí, llenos de estupor y miedo ante aquel espectáculo grandioso.
XIII
Cansóse Brahma de hacer experimentos y, abandonando el laboratorio no sin haberle echado, al salir, la llave, y guardándola en el bolsillo, tornó a montar sobre su cisne con objeto de tomar el aire. Pero, ¡cuál no sería su preocupación cuando él, que todo lo ve y todo lo sabe, no advirtió que,abstraído en sus ideas, había echado la llave en falso! No le pasó lo mismo a la inquieta turba de rapaces que advirtiendo el descuido, le siguieron a larga distancia con la vista y, cuando se creyeron solos, uno empuja poquito a poco la puerta, éste asoma la cabeza, aquél adelanta un pie, acabaron por invadir el laboratorio, tardando muy poco en encontrarse en él como en su casa.
XIV
Pintar la escena que entonces se verificó en aquel recinto sería imposible. Primeramente examinaron todos los objetos con el mayor asombro; luego se atrevieron a tocarlos, y al fin terminaron por no dejar títere con cabeza. Echaron pergaminos en la lumbre para que sirvieran de pasto a las llamas; destaparon las redomas, no sin quebrar algunas; removieron las vasijas, derramando su contenido, y después de oler, probar y revolverlo todo, los unos se colgaron de los soles y estrellas aún no concluidos y pendientes de las bóvedas para secarse; los otros se subían por las osamentas de los gigantescos animales cuyas formas no habían agradado al señor. Y arrancaron las hojas de los libros para hacer mitras de papel, y se colocaron los compases entre las piernas a guisa de caballo, y rompieron las varas de virtudes misteriosas, alanceándose con ellas. Por último, cansados de enredar, decidieron hacer un mundo tal y como lo habían visto hacer.
XV
Aquí comenzó el gran bullicio, la confusión y las carcajadas. La marmita estaba candente. Llegó el uno, vertió un líquido en ella y se levantó una columna de humo. Luego vino otro, arrojó sobre aquel un elixir misterioso que contenía una redoma, con la que llegó casi sin aliento hasta el borde del receptáculo: tan grande era la vasija y tan rapazuelo su conductor. A cada nuevo ingrediente que arrojaban en la marmita se elevaban de su fondo llamaradas azules y rojas, que saludaba la alegre muchedumbre con gritos de júbilo y risotadas interminables.

XVI
Allí mezclaron y confundieron todos los elementos del bien y del mal, el dolor y la alegría, la fealdad y la hermosura, la abnegación y el egoísmo, los gérmenes del hielo destinados a mundos hechos de manera que el frío causase una fruición deleitosa en sus habitadores y los del calor compuestos para globos cuyos seres se habían de gozar en las llamas, y revolvieron los principios de la divinidad, el espíritu con la grosera materia, la arcilla y el fango, confundiendo en un mismo brebaje la impotencia y los deseos, la grandeza y la pequeñez la vida y la muerte. Aquellos elementos tan contrarios rabiaban al verse juntos en el fondo de la marmita
XVII
Hecha la operación, uno de ellos se arrancó una pluma de las alas, le cortó las barbas con los dientes y, mojando lo restante en el líquido, fue a inclinarse sobre el abismo sin fondo, y sopló, y apareció un mundo. Un mundo deforme, raquítico, oscuro, aplastado por los polos, que volteaba de medio ganchete, con montañas de nieve y arenales encendidos, con fuego en las entrañas y océanos en la superficie, con una humanidad frágil y presuntuosa, con aspiraciones de dios y flaquezas de barro. El principio de muerte, destruyendo cuanto existe, y el principio de vida, con conatos de eternidad, reconstruyéndolo con sus mismos despojos: un mundo disparatado, absurdo, inconcebible, nuestro mundo en fin. Los chiquillos que lo habían formado, al mirarle rodar en el vacío de un modo tan grotesco, le saludaron con una inmensa carcajada, que resonó en los ocho círculos del Edén.
XVIII
Brahma, al escuchar aquel ruido, volvió en sí y vio cuanto pasaba, y lo comprendió todo. La indignación llameó en sus pupilas. Su airado acento atronó el cielo y amedrentó a la turba de muchachos, que huyó sobrecogida y dispersa a puntapiés; y ya tenía levantada la mano sobre aquella deforme creación para destruirla, ya el solo amago había producido en ella esa gran catástrofe que aún recordamos con el nombre del Diluvio, cuando uno de los garzdharvas, el más travieso, pero el más mono, se arrojó a sus plantas, diciendo entre sollozos:-¡Señor, señor, no nos rompas nuestro juguete!
XIX
Brahma es grave, porque es dios y, sin embargo, tuvo que hacer un grande esfuerzo al oír estas palabras para no dejar reventar la risa que le retozaba en los ojos. Al cabo, reponiéndose, exclamó: -¡Id, turba desalmada e incorregible! Marchaos donde no os vea más con vuestra deforme criatura. Ese mundo no debe, no puede existir, porque en él hasta los átomos pelean con los átomos; pero marchad, os repito. Mi esperanza es que en poder vuestro no durará mucho. Dijo Brahma, y los chiquillos, dándose empellones y riéndose descompensadamente y arrojando gritos descomunales, se lanzaron en pos de nuestro globo, y éste le da por aquí, el otro le hurga por allá... Desde entonces ruedan con él por el cielo para asombro de los otros mundos y desesperación de sus habitantes. Por fortuna nuestra, Brahma lo dijo y sucederá así. Nada hay más delicado ni más temible que las manos de los chiquillos; en ellas, el juguete no puede durar mucho.



Varlania Firma Bécquer
El Contemporáneo
6 de junio, 1861

El matriarcado. Un mito antropológico




Representación de Diosa-Madre



Hace unos meses asistí a un curso sobre Políticas de Igualdad. Mi perplejidad se hizo patente cuando escuchaba hablar del patriarcado como contraposición a un supuesto y anterior matriarcado tomado como real (que habría existido realmente) y cómo esa tesis era aceptada como buena por muchos de los asistentes. Si uno intenta indagar seriamente en el tema se dará cuenta de que el matriarcado no existió de forma real sino que es un mito antropológico (creado por algunos teóricos de la antropología por sus deducciones pero que nunca llegó a existir en la práctica). Para adentrarnos en el supuesto matriarcado o gobierno de las mujeres en la sociedad, en algún momento y en algún lugar de nuestra humanidad hemos de recurrir a la Antropología y a la segunda mitad del siglo XIX.

En el siglo XIX la Antropología incluía un amplio campo de estudio desde la paleontología del cuaternario al folclore europeo, pasando por el estudio comparado de los pueblos aborígenes. En su segunda mitad se desarrollaron los llamados “evolucionismos”. El campo de estudio era el mencionado anteriormente pero el enfoque teórico para afrontarlo partía de que así como las especies evolucionaban de organismos sencillos a otros más complejos, las sociedades y las culturas de los humanos debían seguir el mismo proceso de evolución hasta producir estructuras complejas como su propia sociedad. El paso desde peces a reptiles, reptiles-aves y reptiles-mamíferos, primates superiores-homínidos y de la evolución de estos al hombre primitivo y de éste a las ciudades-estado (pasando por una evolución en sus creencias religiosas, en sus modelos sociales de gobierno con un inicial matriarcado en culturas de adoración a una diosa madre como las calcolíticas mediterráneas y de Oriente Próximo en oposición a una posterior evolución a tipos patriarcales que se darían en una amplísima zona donde se produjeron invasiones de indoeuropeos coincidiendo con la llegada de la Edad del Hierro; albergaría desde nuestra Península Iberia hasta el Indostán incluido), y de éstas a las civilizaciones hasta llegar a la actualidad.

Esa imagen que triunfó durante un tiempo en la historiografía no se sostiene desde hace unos 90 años (por la década de los años veinte del siglo XX). Rescatado quizá hace escasas décadas por grupos feministas a los que les encajaría genial un inicial gobierno de las mujeres en el que los hombres estarían subordinados por las armas, éstos se rebelarían contra ellas y ostentarían el poder subsumiendo a las féminas y desde entonces están conspirando para explotar y degradar al sexo femenino. Teoría disparatada cómo trataré de explicar a lo largo de estas líneas. Personalmente considero un error el enfoque de generar una guerra de sexos por mucho que hayan estado (que lo han estado y aún continúan en muchos aspectos) subyugadas las mujeres.
En un principio la Antropología se interesó por las mujeres casi exclusivamente por su importancia en los temas de parentesco, dentro de los que se incluye la polémica sobre si existió o no un sistema de organización social en el que las mujeres detentaran el poder.

Bachofen

Bachofen (1861), basándose en la mitología y en el derecho clásicos, sostiene la existencia de un matriarcado o ginecocracia y lo sitúa en un estadio de evolución humana anterior al patriarcado. Según el estudioso suizo, este matriarcado primitivo "se marchitó con el victorioso desarrollo" del patriarcado. Confunde “el gobierno de las mujeres” con la matrilinealidad o pertenencia exclusiva de la descendencia a la línea de la madre, como sucederá en los escritos de todos los antropólogos que, hasta Malinowski, sostendrán la existencia de un matriarcado primitivo.
Para Bachofen, la existencia de divinidades femeninas es prueba de que las mujeres dominaron la sociedad en algún momento de la historia porque, a su juicio, la tradición mítica refleja con fidelidad la realidad social y sus leyes.
Sin embargo, el culto a las diosas no implica necesariamente un estatus superior para las mujeres “de carne y hueso” y, mucho menos, que el poder estuviera en sus manos. Por el contrario, el culto a las divinidades femeninas puede interpretarse como una exaltación de las funciones reproductoras de las mujeres, fenómeno éste que se produce en el orden patriarcal que considera a las mujeres en tanto productoras de hijos.

Podríamos interpretar estos mitos como un recurso patriarcal para justificar que el poder se halle en manos de los varones, porque, al fin y al cabo, ya lo tuvieron antes las mujeres. Los mitos que narran la existencia de matriarcados primitivos podrían funcionar como legitimadores del poder masculino porque, de acuerdo a estos relatos, si las mujeres perdieron su estatus y sus privilegios fue por no saber gobernar con diligencia y justicia. Así, algunos mitos amazónicos cuentan que los varones vivían subyugados a las mujeres, las cuales poseían peligrosas vaginas dentadas. Los hombres se liberaron de la opresión femenina al arrancarles a las mujeres los dientes de sus vaginas y convertirlas en penetrables, podríamos añadir. Otros mitos, como el letuama y el macuma narran que las mujeres poseían los saberes de la caza, la pesca y la fecundación hasta que los hombres se rebelaron y vencieron al matriarcado, embarazando a las mujeres.


El Matriarcado (Bachofen, 1861)


Otras pruebas, irrefutables para Bachofen, de que los matriarcados existieron son "el mayor culto ofrecido a la luna, más que al sol, la preferencia mostrada por la tierra concipiente más que por el mar fecundante, por el lado oscuro de la muerte en la naturaleza más que por el luminoso del ser, por los muertos más que por los vivos, por la tristeza, duelo o luto, más que por la alegría (..)". Sin embargo, debemos tener en cuenta que la atribución de características femeninas a la tierra, la luna, la noche y la muerte y la concepción del cielo el sol, el día y la vida como masculinos es propia de los sistemas patriarcales que establecen una jerarquía en la que lo feminizado de la Naturaleza es inferior, oscuro, misterioso y peligroso y lo masculinizado es superior, luminoso, claro y dador de vida.

El matriarcado aparece dibujado por nuestro autor como íntimamente ligado a lo religioso, a la religiosidad oscura y lírica que rodea la adoración de deidades femeninas porque "...siempre que la mujer está situada en la cumbre, tanto de la vida como en el culto, se preservará el misterio con todos los cuidados". Es el misterio que envuelve la religión ginecocéntrica el arma que usaron las mujeres para arrebatar el poder concedido por las leyes naturales al más fuerte con "...manos más débiles".

Este matriarcado primigenio habría sido derrocado por el patriarcado cuando los varones descubrieron la paternidad, es decir al conocer su contribución biológica a la reproducción de la especie, que se traduce en el encumbramiento del masculino sol como astro más poderoso y venerado. El autor explica este cambio de gobierno recurriendo a la Orestíada de Esquilo, donde se narra cómo el derecho paterno vence al derecho materno tras enfrentarse, porque según las palabras de Apolo en esta obra: "Del hijo no es la madre engendradora/ es nodriza tan sólo de la siembra/ que en ella sembró. Quien la fecunda/ ése es su engendrador (...).
Lewis Morgan

El evolucionista Lewis Morgan estudia a los matrilineales amerindios iroqueses, en los que creyó encontrar el prototipo de ciudad matriarcal a la que Bachofen se refería. La organización social de estos pueblos permite a las mujeres controlar la economía cuya base es la horticultura Pero no puede hablarse de matriarcado porque, como han demostrado investigaciones posteriores, los representantes políticos son única y exclusivamente varones, luego la capacidad de decidir sobre asuntos que conciernen a toda la sociedad está vetada para las mujeres.
Del mismo siglo y perteneciente a la misma escuela teórica que Morgan, Maine, con su libro Ancient Law, en el que no sigue un planteamiento evolucionista, afirma la prioridad histórica del patriarcado sobre el matriarcado. Basándose en el derecho romano y en la India antigua, Maine considera que la primera comunidad humana fue la de los parientes agnados o hermanos que cohabitan con sus mujeres y su descendencia, o dicho de otra forma, afirma que la primera familia fue de tipo extenso patrilocal.

Malinowski

El debate sobre la existencia del matriarcado se cierra con Malinowski (sobre los años 20 del siglo XX) que aclara la confusión evolucionista entre matriarcado y matrifocalidad (descendencia perteneciente a la línea materna de manera exclusiva y residencia del matrimonio en el lugar de nacimiento de la mujer). Aunque es cierto que en las sociedades con matrilinealidad o matrilocalidad (residencia del matrimonio en el lugar de nacimiento de la mujer) las mujeres disfrutan de un estatus más alto que en las sociedades patrilineales (con descendencia de pertenencia exclusiva a la línea materna) o patrilocales (con residencia del matrimonio en el lugar de origen del varón). Esto no significa que el poder lo detenten las mujeres. Ahora bien, no es lo mismo para una mujer ser “la extraña en casa de extraños”, como ocurre cuando prevalece el principio de patrilocalidad, que vivir en el asentamiento donde se crió y donde vive su familia. De la misma forma, es distinta la cantidad de poder que puede ejercer una mujer cuya descendencia pertenezca a su linaje que otra mujer cuyos hijos pertenezcan al varón. Sin embargo incluso en estos casos el poder lo acaba detentando el hermano de la mujer, el sobrino de la tía, pero sigue estando en manos de hombres las decisiones económico-sociales y a día de hoy sigue sin demostrarse un solo caso de matriarcado en el mundo (ni actual ni del pasado).

La polémica sobre la existencia del matriarcado se retomó con el surgimiento de la Antropología del género y, en la actualidad, algunos sectores del feminismo sostienen que “el gobierno de las mujeres” primigenio fue una realidad y no sólo un mito.Teniendo en cuenta que las sociedades recolectoras/cazadoras de las que hoy se tiene noticia no son ni siquiera igualitarias, el patriarcado o sistema en que los varones poseen mayor poder y autoridad parece presentarse como la forma organización social que ha acompañado a los humanos desde que lo son.




Gorila de lomo plateado (Macho Alfa)


Las especies evolutivamente más cercanas al “homo sapiens” que pueblan hoy nuestro planeta (gorilas, chimpancés y orangutanes), observaremos que su organización es patriarcal y nuestros orígenes no debieron ser muy distintos a su situación actual. No afirmo que el patriarcado se lleve en los genes y por tanto, sea inderrocable, sino que el sistema de organización social de los grandes simios que también son seres culturales y con cierta capacidad de abstracción (aunque desde mi punto de vista no son capaces de significar esa abstracción o el simbolismo) como el de todas las sociedades humanas conocidas, el patriarcado. Si se puede sostener que todas las sociedades humanas son patriarcales sin que ello implique esencialismo, no debe parecer un determinismo biológico indicar como dato significativo para la antropología que las sociedades de otros primates cercanos (los gorilas, por ejemplo tienen un cociente intelectual de 70, como los humanos con deficiencia mental leve) también son patriarcales. Como se ha podido comprobar para el fenómeno de la agresividad masculina, Naturaleza y Cultura se hallan en una continua relación de retroalimentación pero la Cultura tiene el peso determinante. Por lo tanto en prácticamente todas las culturas conocidas se tengan estructuras patriarcales tiene más que ver con una estrategia adaptativa que no con la sumisión de la mujer a lo largo de la historia (aunque la realidad nos indica que han ido de la mano).





Opino como Marvin Harris cuando decía en el capítulo “El macho salvaje” de Vacas, cerdos, guerras y brujas aquello de que el sexo que controle la tecnología de la defensa y de la agresión para la autosupervivencia del grupo será quien domine. Y que yo sepa en todas las culturas del mundo siempre se ha otorgado este control al sexo masculino. Se podría esperar si las mujeres han controlado la educación de los niños/niñas que formaran niñas solidarias y agresivas a la par que niños tímidos, obedientes, trabajadores y recompensándoles por ser pasivos y no agresivos. Las mujeres monopolizarían la dirección de los grupos locales, serían las responsables de las relaciones chamánicas con los sobrenatural, Dios sería llamado ELLA y se esperaría que la forma de matrimonio ideal fuese la poliandria (con una sola mujer controlando los favores sexuales y económicos de varios hombres).

Pero la guerra es la que acaba con todas estas posibilidades y obliga por los enfrentamientos armados a generar varones feroces para garantizar la supervivencia de ese grupo. ¿Acabando con la guerra acabaremos con la creación educativa de individuos agresivos que ya no son necesarios para la superviviencia del grupo? ¿Para conseguir esto tendríamos que acabar con tantos comportamientos sociales en los que sin ser conscientes premiamos ese tipo de individuos y los legitimamos socialmente y consideramos bobos y pasmados precisamente a los no agresivos? ¿Qué tipo de hombre, en general acaban eligiendo o prefieren las mujeres como su pareja?¿Al agresivo-chulito que genera la dominación?¿Al pasivo-tímido que no genera problemas? ¿Qué opináis? No obstante, lo que está claro es que el matriarcado como tal no deja de ser un mito antropológico, rescatado recientemente.


Chema García