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"El estudiante de Salamanca" y la España de 2012





El Estudiante de Salamanca, es un poema de una gran belleza del genial e insigne escritor extremeño José de Espronceda. Allá por el año 1836 empezó a publicarlo por partes y en 1840 ya se vendía como obra completa. Es uno de los máximos exponentes del romanticismo español y cómo tal beberá de temáticas cómo el mito de Don Juan, el amor imposible, la mujer engañada y ofendida, la novia cadáver que vuelve para tomar su venganza.  Concretamente el mito de Don Juan que en 1844 publicara José Zorrilla con su "Don Juan Tenorio" y que tiene sus antecedentes en "El Burlador de Sevilla" (1630) adscrito a Tirso de Molina, así como, probablemente, un poema incompleto del mismo protagonista, "Don Juan", de Lord Byron.

En él, más o menos en su mitad (goza de 1704 versos), existen unas estrofas que contienen gran contemporaneidad. Aplicado al desamor, a la crisis, o a la falsa sensación de riqueza de un país que ahora se torna entre el bamboleo de unas olas tormentosas marcados por los mercados financieros y los especuladores externos e internos que nos devoran cual Don Juan de los Infiernos. Pero también,  en esta última estrofa nos avisa de los peligros que supone regodearnos en la desesperación y permanecer en esa situación sin buscar ninguna salida a la situación por mala que sea ésta. Los versos van del 856 al 869 y dicen tal que así:


¡Ay! quien ha contado las horas que fueron,
horas otro tiempo que abrevió el placer,
y hoy solo y llorando piensa cómo huyeron
con ellas por siempre las dichas de ayer;

y aquellos placeres, que el triste ha perdido,
no huyeron del mundo, que en el mundo están,
y él vive en el mundo do siempre ha vivido,
y aquellos placeres para él no son ya!!

¡Ay! del que descubre por fin la mentira,
¡Ay! del que la triste realidad palpó,
y sus falsas galas loco le arrancó...

¡Ay! de aquel que vive solo en lo pasado...!
¡Ay! del que su alma nutre en su pesar,
las horas que huyeron llamara angustiado,
las horas que huyeron jamás tornarán...




Basado (con algunos cambios) en el Tercera Parte de "El Estudiante de Salamanca". 
El final no tiene nada que ver con el original.


Chema García




El quintado, Mes de mayo o Un soldado menos. Un romance popular





Ahora que comienza un mes espectacular por la viveza de la luz y los colores y fragancias que despiertan las flores y el frescor verde, tras el lluvioso mes de abril que hemos pasado. Me ha venido a los recuerdos de cuando estudiaba en la facultad, un romance que escuché por casualidad un día, hace años, de un maravilloso grupo de música tradicional llamado “La Musgaña” en su disco “El diablo cojuelo”. El pasado viernes la temática del programa radiofónico de Julia Otero versaba precisamente sobre el diablo, sin embargo una pieza de estas características (y mira que pusieron composiciones musicales) no apareció, aunque sí en mi mente.



Romance del quintado, versión de La Musgaña (Diablo Cojuelo).

Quizá por eso o quizá por qué, yo mismo de pequeño, al igual que muchos, cuando correteabas en la calle aprendías por repetición romances que cantabas mientras jugabas y que posteriormente enseñabas para que los cantaran tus hijos. Y así de generación en generación se transmitía un género literario que estaba vivo y que formaba parte del acervo cultural de cada pueblo, de cada aldea cómo un tesoro propio, del que ni siquiera eras consciente o sabías apreciar.

Retomando mi historia inicial, mientras escuchaba “Un soldado menos” de “La Musgaña” pasó a mi lado mi abuela y me dijo:

- ¿Qué escuchas? Yo le indiqué que músicas que seguramente no conocía… a lo que ella me sonrió y al darle más alto al volumen empezó a cantar la misma canción pero con unos segundos de antelación respecto al sonido del casette. Yo permanecía con la boca abierta. Abuela ¿pero te la sabes? Mi abuela prorrumpió a reír mientras me narraba cómo era una de las canciones más sonadas de cuando ella era joven en las verbenas de su pueblo-.

El pueblo de mi abuela es uno pequeño muy cercano a la ciudad de Salamanca, mientras que “La Musgaña” en el disco comentaba que la recopilación de su tradición oral provenía de Cantabria. Ahí comenzó mi interés por este romance de gran belleza y que ha sido cantado por las plazas de medio mundo (incluyendo España, Latinoamérica, Marruecos, y una parte de oriente próximo, gracias a su difusión por los sefardíes).

El género literario del romance parte de la Edad Media y se transmite de forma oral de generación en generación. Juglares, primero y ciegos que recitaban romances después, los manuscriben para su difusión y forma de vida hasta el siglo XIX. Es una construcción poética popular que era muy difundida por su éxito, por lo pegadizo de su ritmo y fácil métrica, realizada en 14 versos de ocho sílabas con rima asonante (sólo riman las vocales) en los pares (versos que hacen número par). Relatan hechos históricos (sobre las crónicas de los reinados de Juan II, Alfonso V de Aragón, Reyes Católicos), épicos (cómo los romances de Los Infantes de Lara, El Mío Cid, Bernardo El Carpio o fuera de España, Roncesvalles, Lanzarote, Tristán) o líricos (romance del enamorado y la muerte; romance del prisionero, que tiene en común el mes de mayo, los amores la falta de libertad y algo en general que nos recuerda mucho a él) . En este caso sería un romance lírico qué corresponde a la temática de los soldados que van o regresan de un conflicto bélico.

Quizá el nombre por el que sea más conocido nuestro romance sea el de “El Quintado” cuyo sustantivo hace alusión a las quintas o levas de quintos dónde se reclutaba por obligación a uno de cada 5 mozos, es decir  se reclamaba su asistencia a filas a una quinta parte de los hermanos varones o miembros de esa familia de sangre (por eso “quintado” viene de “quinto”) que al cumplir la edad de 17 años, debía servir al país en la guerra de turno y que hoy se ha quedado cómo “rito de paso” a la mayoría de edad y se celebra, sobre todo en los pueblos cómo una gran fiesta

“Mes de mayo, mes de mayo” otro de los títulos del mismo romance (o de alguna de sus múltiples versiones) se refiere al mes que acabamos de empezar, por eso las flores y los amores son recurrentes en este tipo de composiciones,  como ocurre con el nuestro. 

El último título por el que también se le conoce “Un soldado menos” hace alusión a cómo termina el romance y cómo por un soldado tampoco se gana o pierde ninguna guerra, en alusión a que la sociedad ya estaba cansada de innumerables e inservibles guerras que no ayudaban a nadie salvo a cuatro que sacaban beneficio y sin embargo sí dejaba una multitud de familias desechas ante las continuas muertes o ante el regreso de los llamados “tullidos de guerra”que en vez de ayuda solían pasar a ser una carga.



Romance del soldado, versión de Cádiz, por Nuevo Mester de Juglaria.

En un vistazo rápido se encuentran varias versiones de “El quintado”  desde Santoña (Cantabria) Canarias (sobre todo en Gran Canaria). Desde, Cádiz (destaca la versión "El romance del soldado" que introduce el mar y el hospital de Cádiz), pasando por Asturias (Amieva), Galicia, Portugal (cómo en Braganza), Soria, La Rioja, Valladolid y dónde yo se lo escuché cantar a mi abuela en Salamanca. El "Quintado" junto a otro romance, Romance de Don Juan, hijo y heredero de los Reyes Católicos y Señor de Salamanca, que desgraciadamente moriría muy joven, tras su boda en 1497, se encuentra recogido en Tetuán por la profesora Weich Sahak. Por lo que gracias a los contactos que aún mantenían los sefardíes recién expulsados en 1492, con sus familiares que aquí quedaron, transmitieron esta cultura oral no sólo por Marruecos, sino también por todo Oriente Próximo. A veces, cómo en Canarias, mezclado o cómo introducción “El Quintado”+“La Aparición”, el tema de "La aparición" es la vuelta o regreso de la amante (o esposa) muerta y que se le aparece al amante o (esposo) y le da una serie de consejos amenazadores sobre algunas cuestiones morales que ha de emprender exponiéndose a grandes penurias y maldiciones si no los lleva a cabo (personalmente a mi me recuerda a “El estudiante de Salamanca” obra romántica del genial José de Espronceda y que tan presente está en la literatura romántica del siglo XIX precisamente al reencumbrar los temas medievales dotados de un toque fantasmal o de ultratumba.


Cómo curiosidad de estos romances, los famosos versos ¿Dónde vas? Alfonso XII, ¿dóndevas? triste de ti, son una adaptación de otros anteriores: ¿Dónde vas triste del conde, dónde vas triste de ti? Voy a ver a mi esposita que hace 7 años que no la vi, y por lo tanto la canción popular no surgió de forma originaria ante la muerte de la reina y esposa de Alfonso XII, María de la Mercedes y Orleans, que moría de unas fiebres tifoideas 154 días tras su matrimonio y ser investida reina, sino una adaptación posterior de un romance bastante anterior.

Cómo datos técnicos “El quintado” según la recopilación de tradición oral realizada por el Seminario Menéndez Pidal es numerado con el 0176 en el _Catálogo General Descriptivo_ del Romancero Panhispánico publicado por el mismo Seminario. Con este título se encuentran varias versiones en la magnífica página de Suzanne H. Petersen doctora de la Universidad de Washington sobre el Proyecto del Romancero Panhispánico y en el que podéis colaborar si conocéis de algún romance que aún no esté recogido en este estudio.

Los tambores de Marte, el dios de la Guerra que sonaba cuando se llevaban a cabo las levas obligatorias de quintas, el mes de mayo, las flores y los amores se entremezclan con soldados y los géneros literarios que de pequeños, al menos hasta no hace muchos se transmitían de padres a hijos en pequeños juegos infantiles que al menos hoy por un día, apreciado lector, vuelven a la vida en la letra del romance:

Ciento y un quintado llevan, todos van para la guerra.
Unos ríen y otros cantan; otros bailan y otros juegan.
Si no es aquel buen soldado, que tan largas son sus penas,
que el día que le casaron, sus bodas fueron sin fiestas.
Ya se acerca el capitán, le dice de esta manera:
- ¿Qué tiene mi buen soldado; qué tiene que no se alegra?
Que el día que me casé me llevaron a la guerra
y he dejado a mi mujer, ni casada ni soltera.
Coge mi caballo blanco y vete en busca de ella,
que con un soldado menos, también se acaba la guerra.


Chema García

Carcassonne, un divertido juego de mesa.




Carcasona en occitano o Carcassonne en francés es una ciudadela fortificada del sur de Francia, que en 1997 fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Es una maravillosa obra de arte por su arquitectura  y su planta medieval y cómo tal urbanismo ha dado origen y nombre a un divertido juego de mesa de táctica y visión espacial, con una pizca de estrategia, dentro de los llamados  juegos de mesa de estilo alemán o eurojuegos. La originalidad, la sencillez, el cuidado diseño y lo completo de sus reglas, así cómo la no necesidad de excesivo tiempo para su desarrollo y terminación, le granjearon el premio a su creador, Klaus-Jürgen Wrede , al mejor juego en 2001.

Ciudadela fortificada de Carcassonne
(Autor de la foto: Jean-Pierre Lavoie (c), 2005. Fuente: Wikipedia)
Para explicaros las reglas a continuación hay un completo videotutorial con el que no os quedarán dudas sobre los elementos de los que consta el juego y sus reglas. Lo que no aparece en el tutorial es lo divertido qué es y las ganas que te dan de volver a jugar en cuanto tengas ocasión y oportunidad.


El éxito del juego ha generado una serie de ampliaciones del Carcassonne a medida que han transcurrido los años, permitiendo la posibilidad de 6 jugadores, multitud de losetas nuevas, así cómo de otras reglas que pergeñan situaciones dónde la diversión se encuentra asegurada. Un requisito importante de las ampliaciones es la necesidad, al igual que ocurre con otros muchos juegos, de adquirir previamente el juego base, pues sin éste no se podría hacer nada.

Juego básico más 4 ampliaciones a las que he pedido jugar
Siguiendo la temática medieval, desde "Constructores y Comerciantes", "La princesa y el dragón" o "La abadía y el alcalde" las ampliaciones incorporan desde simples fichas hasta situaciones en las que puedes atacar a tus contrincantes o quitarles sus tirinenes para granjearte tu victoria por la acumulación de puntos. Además es un fantástico juego para llevarlo a cabo en familia o con amigos (recomendado a partir de 8 años).

Un servidor, Jose y Nacho. Grandes amigos que disfrutamos de una agradable tarde jugando al Carcassonne
En una época en la que muchas veces afirmamos cómo el ocio que se nos ofrece condena la imaginación, en el que apenas hay alternativas a disfrutar de nuestro tiempo libre que no las que nos marca la masa, puede ser una muy buena oportunidad para demostrar tus habilidades tácticas y espaciales en un juego que a nadie dejará indiferente y cuya sencillez te enganchará desde la primera partida (yo también caí). Si además le cogéis el gustillo podéis incluso apuntaros al VIII Campeonato de España de Carcassonne que tendrá lugar en Granollers el 19 de mayo de 2012.

Chema García