Ads 468x60px

Push your language´s flag to translate this website

Catalá Galego Português English French German Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Expediciones españolas del siglo XVIII en California, Oregón y Alaska: Nutca




Los españoles reclamaron los derechos de la bula Inter Caetera firmada un 4 de mayo de 1493. La mencionada dispensa definiría un meridiano en concreto, al oeste del cual, todas las tierras "halladas y por hallar" pertenecerían a los monarcas de Castilla y de Aragón. Esto supuso un cambio muy favorable para los Reyes Católicos respecto a lo anterior estipulado donde pertenecían a la corona sólo las tierras que fuesen descubiertas por navegantes financiados por castellanos y aragoneses. En definitiva se les otorgaba toda la costa (este y) oeste de Norteamérica (que incluía Alaska) cuando en 1513 Vasco Núñez de Balboa reclamó (sin saber el alcance de su conquista) para las "Hispanias" “todos los territorios bañados por el Océano Pacífico” al vislumbrarlo desde las playas de Panamá.


Bula Intercaetera con meridiano


Hasta 1768 no comenzaría un nuevo impulso colonizador español por la Alta California, conocida desde el siglo XVI pero por la que no existía preocupación y empeño para sacarle un rendimiento económico. Los rusos e ingleses por el comercio de las pieles se acercaban amenazando instalar sus propias colonias y erigirse como nuevos gestores del comercio de estas costas. El rey Carlos III de España organizó varias expediciones a la región para intentar adelantarse y colonizarla primero. Entre 1774 y 1791 envió varias expediciones desde México para fortalecer y reafirmar las demandas históricas españolas y explorar la costa pacífica de Norteamérica, incluyendo a Alaska en esta soberanía, de la que nunca se había obtenido beneficio alguno, especialmente tan al norte.

Una primera expedición se realizó por la fragata Santiago, dirigida por Juan José Pérez Hernández y Esteban José Martínez de la Sierra como segundo piloto en 1774. Atravesó San Diego y Monterrey e intentaba alcanzar los 60º Latitud Norte para realizar un asentamiento viable. Debido a la falta de suministros con el agua potable fondeó en la Isla de Nutca (53º Norte) en agosto del mismo año. Tras realizar trueques con los indios locales y reconocer la zona regresa en noviembre al puerto de San Blas (México, tan conocido en la actualidad por la canción de Maná, sólo un puerto del que salían tantos barcos podía lugar a una historia semejante).

El virrey de Nueva España (actual México) Bucarelli ante el fracaso de no alcanzar el paralelo marcado puso a uno de los oficiales de la primera expedición, Bruno de Heceta (a bordo de la Santiago, pilotada por su segundo Juan José Pérez Hernández) a cargo de una segunda expedición. El siguiente, más pequeño, la goleta Sonora inicialmente bajo las órdenes de Juan Manuel de Ayala, podría explorar en aguas menos profundas, sin ralentizar la marcha hacia el Paralelo 60 o 65. Cerrando la expedición el paquebote San Carlos al mando de Miguel Manrique.

2ª expedición a Alaska y enclaves españoles en la Costa del Pacífico al norte de de la Alta California
La escuadra sale finalmente un 16 de marzo de 1775 del muelle de San Blas con las órdenes de dejar claras las demandas españolas por toda la costa pacífica norteña. Ante una supuesta enajenación mental de Miguel Manrique, con solo tres días de viaje, tuvo que hacerse cargo del paquebote de provisiones Juan Manuel de Ayala, dejando al mando de la Sonora a Juan Francisco Bodega y Quadra con su piloto Juan Francisco Mourell.

A la San Carlos se le ordenó que regresara a San Blas (para la pronta recuperación de la enfermedad de Miguel Manrique) con la idea de unirse posteriormente a la expedición, lo que resultó imposible por lo que acabaría explorando la zona de la Alta California. Juan Manuel de Ayala atravesaría por primera vez para una potencia europea el Golden Gate el 5 de agosto de 1775. A su regreso los informes tomados por él fueron decisivos para una posterior expedición terrestre a cargo de Juan Bautista de Anza para montar allí un puerto y una ciudad: San Francisco.

Las dos embarcaciones que sí pudieron proseguir el viaje como estaba previsto navegaron juntas tan al norte como pudieron. Al llegar a la bahía de Grenville, el 12 de julio, un grupo selecto de hombres de la Santiago realizaron un desembarco para llevar a cabo el acto formal de la posesión de esta tierra, se convirtieron en los primeros no indígenas que pisaban en el actual estado de Washington. Poco después en el mismo (llamado Punta de los Mártires) en respuesta a un ataque por los indios locales Quinault.

Ambos capitanes decidieron no tomar represalias y continuar con su misión hacia el norte. La tarde del 29 de julio de 1775 se separarían, la Santiago continuaría sin salirse del oceáno Pacífico recalando en la desembocadura del río Columbia. Mientras que la Señora se desplazaría bordeando la costa alcanzando en última instancia una posición de latitud 59° Norte, consiguiendo el 15 de agosto, entrar en Sitka Sound. Allí identificaron y reclamaron el Puerto de Bucareli (Bucareli Sound), Puerto de los Remedios, y el monte de San Jacinto. A través del viaje, las tripulaciones de ambas naves aguantaron muchas dificultades, incluyendo escaseces de alimento y escorbuto. El 8 de septiembre, las naves se dirigieron al sur hacia el viaje de vuelta. Tras avituallarse y curarse en la bahía de Monterrey, el 1 de noviembre regresan a San Blas, Juan Pérez Hernández moriría de escorbuto dos días después en pleno mar.

También los británicos siguiendo el ejemplo de la corona española, enviaron exploraciones a la zona. Durante su tercer viaje, el capitán inglés James Cook envió una expedición a la bahía de Nutca el 31 de marzo de 1778. El comercio de pieles animó a la Compañía Británica de las Indias Orientales a instalar un puesto en el poblado indio de Yuquot en la Isla de Nutca, intentando reclamar dichas tierras como inglesas al ser los primeros en arribar a las mismas. Cuestión completamente falsa y a sabiendas de Cook y su tripulación, puesto que las fuentes reflejan (aparte de todos los diarios de navegación españoles con información precisa y fidedigna de los resultados de tal expedición) cómo la tripulación inglesa encontró a los nativos unas cucharas de plata que fueron robadas a los españoles en 1774.

Los franceses se unen al intento de establecerse en la zona y los ingleses insisten con persistencia desde la base portuguesa de Macao, siendo propietario de la empresa Jhon Meares de nacionalidad británica. Construyó una barraca en la propia isla de Nutca. Ante la gravedad de los hechos Carlos III ordena en 1787 de través del Conde de Floridablanca una cuarta expedición (se había producido una tercera expedición alcanzando el Golfo del Príncipe Guillermo en 1779 a 61º Norte) en 1788 a cargo de Esteban José Martínez de la Sierra y el piloto González López de Haro, a pesar de su no entendimiento cada uno recopila fuentes importantes sobre los posibles asentamientos rusos y de Jhon Meares para el año siguiente regresar (por orden del Virrey de Nuevo México pero sin la autorización de la metrópoli en Madrid) e instalar el Fuerte San Miguel cerca de Yuquot con el fin de reafirmar la soberanía española de la isla y defender sus derechos de navegación.

Esteban José Martínez de la Sierra

Al poco llegaron varios buques ingleses que fueron retenidos, reparados y la carga le sería devuelta cuando tuvieran la aprobación del virrey. Pasarían el Iphygenia, Norwesth América, el Princess Royal, todos relacionados con la compañía de Jhon Meares. Todos retenidos, alguno confiscado como pago por las reparaciones y dejados en libertad con la condición de no comerciar en suelo español. Con la llegada de un barco de la Royal Navy, el Argonaut comandado por James Colnett fue tratado con tal cortesía que Colnett reveló sus intenciones de instalarse en la isla y reclamar sus derechos basados en lo expuesto por el tercer viaje de James Cook como primer europeo sobre la zona. Esteban Martínez de la Sierra (que había participado en la primera expedición a bordo de la Santiago en 1774) le pidió la documentación y el británico apareció vestido de uniforme con su espada, haciendo visible que no reconocía la autoridad española en la zona, tras una discusión Colnett acabó detenido y su tripulación embarcada al puerto de San Blas tutelada por españoles.

Tras no hacer caso de lo insistido por Esteban Martínez, el comandante del Princess Royal regresó a Nutca por lo que fue detenido por el oficial español y su embarcación requisada, engrosando las filas de la marina española. Todos estos barcos y tripulaciones se enviaron a San Blas hasta que el virrey decidiera o la orden de la metrópoli llegara y determinara una resolución final al conflicto. Ésta llegó con la orden de devolver los esquifes a sus dueños pero también con el empeño de conversar el Fuerte San Miguel.

Meses después llegó la noticia de la muerte de Carlos III y la nueva orden de restituir las embarcaciones requisadas para evitar un conflicto aún mayor con Inglaterra. Dentro del contexto geopolítico de 1789, tras el apoyo español a la independencia de las colonias norteamericanas futuro germen de los EE UU, el apoyo de la flota holandesa a la inglesa y en pleno estallido de la Revolución Francesa en el país vecino. Pero por otro lado se intenta dar un nuevo impulso colonizador enviando a la zona al brigadier Pedro Autrán al mando de una flota entre los que destacaban Francisco de Bodega y Cuadra, Francisco de Eliza, Salvador Fidalgo, Jacinto Caamaño y Manuel Quimper (cuyos nombres se pusieron a muchas islas y aún permanecen en torno al actual Vancouver cómo se mostrará después). Así como dos corbetas conducidas por Alejandro Malaspina (da nombre a un enorme glaciar en Alaska).


Juan Francisco de la Bodega y Cuadra

El 3 de febrero de 1790 comienza ligada al mando de Francisco de Eliza con Salvador Fidalgo y con la cobertura de Manuel Quimper (que llevaba la Princess Royal, rebautizada como Princesa Real) las tropas del capitán Pedro Alberni (que dirige la 1ª Compañía de Voluntarios de Cataluña) y una fragata con Jacinto Caamaño. Quimper debía recibir órdenes de Madrid de entregar de nuevo a los británicos la ahora Pincesa Real pero cuando llegó la notificación a San Blas, ya había salido rumbo a Nutca, al no poder fondear allí por el tiempo se dirigió a Filipinas siguiendo órdenes. En Filipinas otro capitán la llevaría para su entrega en Macao, pero antes se cruzó con James Colnett en Hawaii quien le exigió el traspaso de la nave a sus manos de manera inmediata a lo que Quimper se negó. Antes de finalizar el año por fin acabó la fragata en Macao pero estaba destrozada y los británicos no la querían aceptar.

La diplomacia española actuaba con cordura pero con ingenuidad. Se enviaron misivas a Londres que propugnaban el restablecimiento de sus barcos y el reconocimiento de la soberanía española en la zona pero desconocían el altercado de Quimper con Colnett y un nuevo apresamiento de esquife británico por parte de Esteban Martínez de la Sierra en Nutca. Inglaterra contestó airadamente al gobierno ibérico exigiendo la devolución de sus naves, no continuar con esas agresiones y además una satisfacción justa mientras se preparaba para la guerra naval.

El capitán John Meares aportó un informe a la Cámara de los Comunes en el que reclamaba ese territorio como británico basado en el argumento de James Cook y en una propiedad que poseía, construida hacía tiempo cercana a Nutca. Los tratados internacionales y el reconocimiento del resto de países legitimaba las pretensiones del país de la piel de toro en lo que consideraríamos el actual Derecho Internacional, pero el mayor poderío de la marina británica y su empuje estaban a punto de acabar con el último intento de hegemonía española a nivel mundial. El gobierno no podía permitirse una guerra con Inglaterra pero aún así rearmó sus tropas y realizó movimientos tácticos. Tras la previa contestación diplomática de los rusos (accedían inicialmente a no establecerse en esa zona) la respuesta británica era desproporcionada e injusta. Detrás se escondían las viejas pretensiones británicas.


El capitán inglés George Vancouver era el comisionado británico mientras que el comisionado por la monarquía católica era Juan Francisco de la Bodega y Cuadra para negociar cómo llevar a cabo los límites definitivos sobre lo firmado en la 1ª Convención de Nutca. Aunque a finales de 1792 aún no habían llegado a un acuerdo (los británicos proponían que las posesiones españolas llegaran hasta San Francisco, los otros que hasta Nutca o el Estrecho de Juan de Fuca) pero sí se desmovilizaron las escuadras en situación prebélica que era la situación más delicada. En la siguiente convención Jhon Meares fue indemnizado por el apresamiento de los barcos (Esteban Martínez de la Sierra había sido absuelto del juicio español previo). En la posterior y ya 4ª Convención de Nutca en 1794 se acordó evacuar el Fuerte San Miguel y que no hubiera asentamientos permanentes en la bahía por parte de ninguno, así como un acceso libre a cualquiera de ellos por parte de ambas potencias. En 1795 se abandonó definitivamente la isla de Nutca y al arriarse la bandera española se izó la británica. Un año más tarde se organizaría un viaje para constatar lo adquirido por el virrey de Nueva España, pero sería ya la última expedición.

El comienzo de las guerras napoleónicas provocó situar la atención en otros menesteres más apremiantes y olvidarse de esta zona de conflicto. Se transfirieron sus demandas de derechos históricos sobre Oregón y Nutca a los Estados Unidos por el Tratado de Adams-Onís de 1819. La metrópoli perdía sus territorios en Oregón, Florida, Loussiana y la posibilidad de navegar por el Mississipi, pero ganaba el reconocimiento de la soberanía española en Texas. Por lo que el litigio con Gran Bretaña pasaba ahora a estar en manos de EE. UU. quien finalmente zanjó el asunto con el Tratado de Oregón en 1846, paso previo a la definitiva y futura frontera con Canadá.

Topónimos españoles en Vancouver
Topónimos de origen español en la actual Vancouver


Aún hoy se pueden comprobar los restos de estas expediciones españolas de finales del siglo XVIII por la gran cantidad de topónimos de origen español que subsisten no sólo ya por toda California sino también en lugares tan remotos como en la bahía de la isla de Nutca y el Estrecho de Juan de Fuca relacionados sobre todo con los nombres y apellidos de los protagonistas de los sucesos aquí narrados. La llamada Isla de Quadra y Vancouver (hoy conocida como Isla de Vancouver) terminó únicamente con el nombre del capitán inglés por que la historia que recibirían los habitantes de la zona fue relatada como ocurre casi siempre por los vencedores y no por los vencidos.



Chema García
Sobre la bula Inter Caetera ver:


Mapas elaborados por Chema García con Google Earth. Versión 5.2.1.1588 // Gracias a @Miquelsilvestre por la información sobre sus vídeos de Vancouver e Isla Galiano que he insertado en este post.

Requiem for a Soldier: Band of Brothers Theme. (Requiem por un soldado: Banda sonora de la Serie Hermanos de Sangre)




Os muestro una mezzosoprano galesa de gran talento y belleza, Katherine Jenkins, interpretando un soberbio tema que engalana los títulos de crédito de esta mítica serie de la HBO.

Producida por Steven Spielberg y Tom Hanks versa sobre los avatares y penurias soportados por la Easy Company (Compañía Easy) del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista (506th Parachute Infantry Regiment), de la 101ª División Aerotransportada (U.S 101st Airborne Division) del Ejército de los Estados Unidos y en uno de sus primeros líderes de sección, el Teniente Richard Winters (más tarde Mayor Winters). La serie se basa en el libro del mismo título, escrito por el prestigioso historiador y biógrafo Stephen Ambrose.

La Compañía Easy de la 101 División Aerotransportada de los Paracaidistas de los Marines estadounidenses en plena Segunda Guerra Mundial lucharon con esmerada valentía dejando sus vidas por conseguir la libertad que hoy disfrutamos todos en Europa.

Debajo del vídeo aparece la letra de la canción en inglés y posteriormente la he traducido (un poco libremente, todo hay que decirlo). Me quedo con la estrofa: "los Héroes pagasteis el precio; jóvenes que moristeis yendo al paraíso por las guerras de los viejos".

Esta canción quiero dedicarla a todos aquellos que: "lucharon para que podamos disfrutar de un radiante sueño de amor y esperanza, vida y libertad" de cualquier época y de cualquier lugar y no sólo a aquellos héroes sino a todos y cada uno de nuestros seres cercanos que han contribuido de alguna forma a que germine esa semilla en nosotros.





You never lived to see what you gave to me. One shining dream of hope and love,
Life and liberty.
With a host of brave unknown soldiers. For your company,
you will live forever:Here in our memory.
In fields of sacrifice, Heroes
paid the price, young men who died for old men's wars, gone to paradise.
We
are all one great band of brothers. And one day you'll see we can live together.
When all the world is free
I wish you'd lived to see all you gave to me.
Your shining dream of hope and love, Life and liberty.
We are all one great
band of brothersand one day you'll see - we can live together: When all the
world is free.

No llegasteis a vivir lo suficiente como para contemplar
lo que me habéis dado: Un brillante sueño de amor y esperanza, de vida y
libertad.
Junto a un puñado de valientes soldados anónimos, para vuestra
compañía, viviréis para siempre: Aquí en nuestra memoria.
En los campos de
sacrificio, los Héroes pagasteis el precio; jóvenes que moristeis yendo al
paraíso por las guerras de los viejos. Todos somos grandes hermanos de sangre.Y
un día veréis como podemos vivir todos juntos. Cuando el mundo entero sea libre.
Me gustaría tanto que hubieseis sobrevivido para ver todo lo que me disteis.
Vuestro radiante sueño de amor y esperanza, vida y libertad.
Todos somos
grandes hermanos de sangre. Y un día vosotros lo veréis – Nosotros podemos vivir
juntos: Cuando el mundo entero sea libre.
P.D. Doy las gracias a mi amigo José Miguel por darme a conocer a Katherine Jenkins.


Chema García

Bicentenario son 200 años para convivir como hermanos.




Hace unos meses cuando comenzaron las celebraciones del bicentenario de la independencia de "aquellas" colonias latinoamericanas, hoy en día países que todos conocemos realicé estas reflexiones en el grupo "Poesías para el bicentenario latinoamericano" de Salamaga (ver http://www.salamaga.com/group/poesiasparaelbicentenario?groupUrl=poesiasparaelbicentenario&xg_source=activity&id=3000569%3AGroup%3A72390&page=7#comments ) . Muchas poesías que allí aparecen son a favor de sus orígenes y aunque no es poesía sino un ensayo en prosa poética a continuación comparto con vosotros lo allí relatado:

No celebro lo que quien representa en nombre del pueblo llevó a cabo en aquellas fechas, no celebro las propias matanzas entre primos de lengua, cultura y humildad.
Si celebro la libertad que tenemos hoy para poder elegir a nuestros amigos y voluntariamente decidir darnos la mano.
Si celebro espacios donde compartir un futuro deseado por todos sin diferencias. Cada uno llevando con orgullo sus propias costumbres y aprendiendo que nuestros vecinos tienen las suyas. Lo importante no es quien fue el primero, o el más fuerte, o el más alto. sino quien alarga más la mano para poder compartir y ayudar sin esperar nada a cambio.
Hagamos una nueva moneda, una moneda de cambio. Primos y hermanos extrechemos nuestras manos, seamos cuerdas de una misma guitarra, moviendonos en armonía, creando hermosas melodías que nos hagan a todos disfrutar sin tener que amenazarnos. Cómo decía Victor Jara, en sus letras "yo no canto por cantar, ni por que tenga buena voz, sino que canto por que la guitarra tiene sentido y razón... guitarra trabajadora con olor a primavera".

En el pasado se cometieron muchos atropellos, pero uno no es responsable de las acciones de aquellos que habitaban donde hace unos años tuvimos en suerte nacer.
Todos sufrimos por igual cuando alguien levanta una mano contra nosotros, y sufrimos más cuanto más cercana y más conocida sea esa mano, que las manos solo se levanten para fundirnos en un enorme abrazo y luchar por no repetir los errores del pasado.
Todos somos necesarios en el mundo del mundo en que vivimos y ninguno somos insustituibles por que somos diferentes para enriquecer nuestros corazones y rellenar los huecos de las heridas de antaño. Creemos nuevas medicinas, para recibir nuestra libertad con los brazos abiertos, que los fusiles disparen poemas, con versos calados, bayonetas con hermosas palabras que atraviesen nuestras mentes y nos dejen pensando. Pensando en el mañana, posible por tiempos lejanos. Decisiones nefastas nos dividieron, aprendamos de lo ocurrido que estos 200 años nos enseñen que las luchas están y se desarrollan en nosotros mismos.
El enemigo es dejarnos arrastrar por los comportamientos globales de las masas y no por nuestros propios pensamientos. Somos uno dentro de muchos, somos muchos pensamientos que al plasmarse hablarían con una sola voz: Hermanos no somos tan diferentes. No nos creamos mentiras cuando van a hacernos daño, cuando tratan de enfrentarnos, para no levantar cabeza y no tener un criterio propio y humano.
Latinoamérica es un crisol de culturas, una mezcla enriquecida por la sangre de todos aquellos que la construyeron con su esfuerzo y con su colaboración, independientemente del origen mexicano, argentino, boliviano, ecuatoriano, venezolano, chileno, paraguayo y por que no decirlo españoles también.
Curiosamente hoy en día, se escucha, que los españoles tenemos la idea colonialista de que gran parte de América nos perteneció en algún momento. Señoras, señores, nada más lejos de la realidad. Quien tiene una mínima formación es consciente de que esos pensamientos han sido erradicadas hace mucho tiempo.
Por lo tanto, uno no es responsable de lo que hicieron sus abuelos (tanto para lo bueno como para lo malo; no hablemos ya de las decisiones de los gobernantes de estos mismos) pero si es responsable de sus propios actos y de sus propias palabras, y de adonde le gustaría que fuese el futuro.
Por eso me sumo a la celebración del Bicentenario de la libertad de los pueblos latinoamericanos siempre que sea entendida cómo un acto a superar y como representación del hermamiento que ahora nos une. Lamento, como siempre hago las intestinas luchas entre primos y hermanos hispanoamericanos (españoles y americanos que compartimos la misma lengua) y latinoamericanos (los que en el pasado tuvimos lazos comunes por proceder de Francia, Portugal, España y los territorios que en el pasado fueron administrados por los mismos).
No olvidemos que la historia es muy amplia y variopinta y que en ocasiones nos dejamos arrastrar por la importancia dada de determinados sucesos utilizados como excesivamente simbólicos por unos pocos, para dividirnos en nacionalismos excluyentes. Cultura sí, cerrazón para aceptar la cultura de nuestros vecinos y amigos, no. Por lo tanto hoy podemos servirnos de la historia para hacer hincapié en el momento que queramos y por poner ejemplos:
- Todos fuimos colonias de aquellos seres africanos conocidos como Homo Ergaster, aquellos primeros homínidos que salieron de Africa hace aproximadamente 1,5 millones de años.
- América fue colonizada por aquellos asiáticos que cruzaron el Estrecho de Bering (si alguien quiere aceptar otras teorías, perfecto, pero tambien serían asiáticos).
Por lo tanto no elegimos donde nacemos pero sí que hacer por decidir cual es el mundo en el que nos gustaría vivir, y lo hacemos con los lenguajes que las artes nos han otorgado, con nuestras poesías, con nuestras palabras, con nuestras fotografías, con nuestras esculturas, películas, y un largo etcétera.
Y si es así unámonos en defender aquello que nos une en vez de alardear de aquello que nos diferencia para tratar entre todos de realizar un mundo más apacible en donde convivir. No es fácil, nadie dijo que tuviera que serlo pero en nosotros se encuentra la libertad de elegirlo.
Proclamo una serie de máximas como un ruego de esperanza, como un futuro posible y cercano por las que deberíamos juntos luchar codo con codo:
Abajo la opresión de los que en nombre del pueblo subyugan su libertad.
Abajo utilizar la ideología política (sea de la tendencia que sea) para anular el pensamiento de quien lucha por la libertad propia y ajena.
Abajo quien impide pensar y expresarse libremente pero mucho más abajo quien utiliza la violencia en nombre de la libertad para malherir a sus vecinos.
Abajo palabras marchitas con grandes coloridos que atontan nuestros sentidos.
Abajo quienes se sienten superiores según el lugar donde hayan nacido.
Abajo aquellos que defiendan lo que defiendan, mientras reproduzcan modelos que con sus palabras critican generando estancias de piedra, donde afilar las iras de gentes que contra un enemigo común hacen frente olvidándose de que quien les une y alienta se sientan en sillas de oro y engrosan sus cuentas corrientes sin parar de crecer sus ahorros.
Abajo el color de la piel, no existe origen para dividir, solo existimos seres humanos.
Abajo la conciencia que se crea para oprimir, sólo existen vecinos que luchan por encontrar un digno trabajo, alimentar sus estómagos, educar a sus hijos y llegar a plasmar ilusiones que hoy vemos como quiméricas mansiones donde hay cabañas de barro.
Abajo las luchas por dominar unos a otros como hace 500, 400, 300, 200, 100, ahora y antes de la llegada de esos antepasados cuya sed de oro y apropiarse de tierras cegaba sin reparo.
Abajo todo ser que en nombre de un pueblo intentaban dominar a sus vecinos por el asesinato y la fuerza.
Abajo aquellos llamados imperios que no lucharon por el bien de todos, sino por el enriquecimiento de unos pocos y anular las costumbres, la idiosincrasia de comunidades enteras que solo buscaban tener un hueco en las tierras de sus antepasados hasta donde llegaba su propia memoria colectiva como grupo.
Abajo miembros de aquellos imperios, repúblicas o democracias que utilizaron la represión y el vil asesinato para usurpar, para silenciar, para robar, para colmar, para acumular aquello que no podían poseer y enseñar sus más míseras vergüenzas teniendo tantas y tantas personas que sufrir sus atropellos con total impunidad.
Abajo defender ideas con armas y arriba los usos de las palabras.



Bicentenario son 200 años... para convivir como hermanos
.
Chema García

Epitafios Vadinienses




En las estribaciones del Mons Vindius, un territorio conocido hoy en día como los Picos de Europa entre el oeste de Cantabria, el este de Asturias y el noreste de León habitaron unas gentes que tuvieron ilusiones, que lucharon para sacar adelante sus vidas, y las de sus familiares y amigos, que honraban a sus caballos como uno de los bienes más preciados que trascendía nuestro concepto sobre la pertenencia, sobre la identidad, sobre el más acá o el más allá. No eran pues muy diferentes de nosotros que año tras año celebramos u honramos a nuestros antepasados, amigos y seres queridos ya desaparecidos en un día como el 1 de noviembre.
Picos de Europa (Vistos desde Cantabria)


Estas “gentes” llamadas así mismas Vadinienses pertenecieron a su vez al pueblo cántabro y astur. Aquellas tribus tuvieron a Corocota como máximo exponente de lo que significa luchar por mantener una identidad propia, incluso contra un imperio como el de Roma y su entonces Imperator Octavio Augusto, unas décadas antes de que en Nazaret se adscriba el nacimiento de quien marca nuestro calendario. Tras el transcurso de sus guerras con Roma a través de los años, astures y cántabros en general y los Vadinienses en particular acabaron aculturando y aceptando unos modos de vida que, cerca o lejos de su intención, no les quedó más remedio que acatar. Ese dialecto de aquellos inicialmente extraños y forasteros romanos y de los que acabaron formando parte, hoy por nosotros sigue siendo utilizado tras siglos de evolución. En esa misma lengua plasmaron los habitantes de Vadinia allá por el siglo II y III d. C. en unas estelas funerarias (de las que hemos heredado las lápidas y epitafios de nuestros cementerios) el inmortal recordatorio en piedra sobre la memoria de quienes transitaron por esos preciosos lugares de montaña.
Ahora que tan de moda se ha puesto el mundo antiguo y el dux lusitanorum, es decir el “caudillo” o el “jefe tribal” de Viriato por la televisiva serie de Antena 3, llamada Hispania, afloran a mi mente una curiosa asociación de imágenes grabadas sobre roca que descubrí hace ya algunos años en una visita al museo de San Marcos en la ciudad de León sobre epigrafía funeraria (epitafios que recuerdan la muerte y señalan el lugar de entierro de alguien) de los Vadinienses. Eran grandes cantos rodados de ríos en los que además de relatar quienes y para quién habián mandado erigir dichas estelas, aparecían grabados ciervos pero sobre todo caballos en actitud libre, galopando o al trote. Muchos de ellos con el nombre de quien había dejado su lugar entre sus compañeros y acompañadas de una serie de signos astrales, relacionando un último batir de cascos antes de la despedida, una última vuelta por el mundo antes de ese tránsito, de esa salida o ese comienzo. Lo cierto es que esa metempsicosis o “transmigración del alma de un cuerpo humano a un animal” para liberar nuestra parte de esencia pura no material, y que siga avanzando al trote entre estrellas y hierbas nos hace dar un sentido racional a la mayor e irracional batalla a la que el ser humano se tiene que enfrentar: La muerte.
Y puesto que son estelas funerarias, recogen e inmortalizan a quienes van erigidas, algunas recogen quien ha encargado su elaboración y los lazos de parentesco que los entroncaban. Como ejemplo de ello nos encontramos con una que llamó mi atención hace ya unos cuantos años. Maisontina es su protagonista, Liegos en el valle del Burón (muy cercano a Riaño, León) es el lugar donde se desarrollaron los hechos. Una eminencia en Historia Antigua como José María Blázquez en su análisis epigráfico nos habla de Aliomus el padre y dedicante, nos describe que la cruz sea probablemente un signo astral (yo llegué a la misma conclusión cuando la vi por primera vez y se compondría de unas 9 estrellas, quizá la constelación de Géminis con Castor y Pollux por su culto o la del cisne, por su semejanza con la cruz; aunque está lejos de verificarse aún esta interpretación) y el caballo en actitud de marcha con una marca en forma de 8 sobre su anca. La cruz (que para nada tiene relación con lo cristiano puesto que la cruz como símbolo cristiano es bastante posterior, así como la llegada de estas creencias a estos lares) aparece también en Numancia en al menos un par de pinturas sobre caballos, toros y peces, así como el adorno que aparece sobre el anca del caballo que también se encontró en Numancia en un vaso de peces y probablemente tiene también con significado astral. Las letras dicen tal que así:

D(iis) M(anibus) M(onumentum) P(osuit) ALIOMUS PARENS FILIA SUAE PIENTISSIMAE MAISONTINI: P(lus) M(inusbe):AN(norum): XVIII.
Cuya traducción sería: “A los dioses Manes. Un monumento puso Aliomo a su piadosísima hija Maisontina, de unos dieciocho años (más o menos)”. Una posible descripción de su historia está perfectamente reconstruida con su pequeña parte novelada para darle verosimilitud y muy bien documentada por cierto (podeis leerla aquí: http://www.lavozdesalamon.com/archivos%20pueblo2004/maisontina.htm)
No hace mucho tiempo he tenido la oportunidad de montar a caballo, de descubrir los lazos emocionales que se experimentan entre jinete y montura, de la sensación de libertad y del hermanamiento que se produce entre dos seres que acompasan su movimiento para ir juntos hacia la misma dirección. No hace falta narrar aquí la significación que para los Vadinienses tendrían esos caballos que criaron con esmero y que formaron parte de sus propias vidas, tanto que al abandonarlas se transformaban en uno para seguir al trote, libremente su propio camino, sin las ataduras y las complejidades de este mundo.
Otra curiosidad asociada también a los Vadinienses y en relación con un nombre que en ocasiones utilizo desde hace tiempo es el de Lepidus un nombre latino que significa, gracioso, jocoso, alegre, lindo, amable, ingenioso. El azar, simulando a los dadaístas en una ocasión que tenía necesidad de un nuevo nick convirtió a Lepidus como era conocido en el cognomen de rigor al abrir un diccionario de latín por la mitad y a su total y libre albedrío y de ahí salió el nombre. ¿Y que relación hay entre Lepidus y los Vadinienses?

Estela Vadiniense Lepidus

Esta misma: «MON(UMENTUM). l. ANTONIO AQUILI FILIO VADINIENSI ANNORUM XX LEPIDUS NEPOTI SUO POSUIT» (“Lépido puso este monumento a su sobrino [o nieto] L. Antonio, hijo de Aquilo, vadiniense, de 20 años de edad”).
Por lo tanto estos días en los que se asan castañas, el frío y el agua fraguan junto con el viento hasta construir verdaderos muros de melancolía, de recuerdos, de situaciones en las que la luz pasa de amarilla, brillante y vivaz a gris, apagada y tibia no hay que olvidar que las horas forman parte de unos ciclos, como los meandros de los ríos, como las hojas de los árboles. A veces es necesario pararse y empaparse levemente de esa morriña para aprehender en toda su magnitud que somos algo más que estrés o que sonrisas, o buenas noticias, pero nunca hay que perder de vista que como el curso del agua, no se para aunque siempre veamos un fondo cristalino aparentemente inmóvil y quieto, si introducimos el brazo en el agua nos daremos cuenta de que la corriente existe y no deja que nada se pare.
Por lo tanto sigamos el curso de la corriente y una vez que nos hayamos parado y lo hayamos percibido, bebamos agua de nuevo y continuemos nuestro viaje, hacia la siguiente ruta, entre hierbas o estrellas, siendo conscientes de que nuestro trazado lo marca ese caballo libre que ondula sus crines al viento y con el que siempre somos capaces de disfrutar como cuando eramos niños y no existían miles de limitaciones de las que nos cargamos a cada momento. ¡Que la tierra nos sea leve y que no nos pare ni el viento!
Chema García

Noche toledana, Potosí, Popurrí, Adonis, Capitán Araña, Arpía y Estar en Babia. Significado y origen de algunas expresiones populares






Pasar una noche toledana


Frase proverbial de uso popular con la que se denota pasar una noche sin dormir, por disgustos o molestias que le impiden a uno entregarse al sueño. Su origen es el siguiente:
Nombrado el joven Yusuf gobernador de Toledo, causaron tales disturbios sus excesos, que en poco estuvo el que le costara la vida. Pero los magnates toledanos mediaron a favor suyo, y disponiendo su encierro para la mayor seguridad de su persona y más pronta recuperación de la tranquilidad perdida, solicitaron su deposición al emir, el cual dispuso fuese reemplazado por su padre Amrú, quien solicitó el cargo, deseoso de vengar el ultraje que presumía haber recibido en la persona de su hijo. Con efecto, en el año 806 se le terció la coyuntura apetecida con ocasión de pernoctar en Toledo el hijo de Abd-el-Rhaman, joven de quince años que pasaba a la España oriental mandando un cuerpo de caballería compuesto de cinco mil hombres. So pretexto de celebrar la llegada de este príncipe con un banquete, invitó el vengativo a los magnates de Toledo; y cuando se encontraban éstos entregados a los placeres propios del festín, cayó sobre ellos la tropa de Abd-el-Rhaman, pasando á cuchillo a cuatrocientos individuos de la grandeza. Desde entonces se atribuye ese sentido de pasar una noche tan mala como la de aquellos.

Cursi.

No hace muchos años que en una de las más bellas ciudades de Andalucía moraba una familia, parte de la cual la componían varias hermanas que vistiendo lujosamente, lo hacían, empero, con pésimo gusto y ridícula afectación, atendidas las leyes de la exigente, despótica o inexorable moda. Unos cuantos jóvenes de buen humor pertenecientes a las clases más distinguidas de aquella localidad, aficionados a burlarse hasta de su propia sombra, y que para entenderse mejor en sus reuniones privadas, habían adoptado un lenguaje especial, tan sólo de ellos conocido, consistente por lo regular en el uso de la metátesis (Según el Diccionario de la RAE en su vigésimo segunda edición sería “Cambio de lugar de algún sonido en un vocablo; p. ej., en perlado por prelado”. Era figura de dicción, según la preceptiva tradicional) dieron en llamar "cur si" a toda aquella persona que en su modo de vestir lujoso, pero desgarbado, era una viva imitación de aquellas señoras, bien así como a todo objeto chocarrero o inelegante, aún cuando de valor; de donde, repetido un día y otro dicho término, llegó a hacerse en breve de un uso común y corriente, hasta el extremo de verse precisada nuestra Academia a darle cabida en las columnas de la última edición de su Diccionario.

Patena. -Limpio como la patena.

Dícese de todo aquello que está muy limpio y reluciente, como queda la patena en el acto de la celebración de la misa después que el sacerdote la ha restregado prolijamente con las yemas de los dedos pulgar e índice, á fin de que no quede en ella la más mínima partícula consagrada.

Popurrí (y no “pupurrí” como mucha gente pronuncia)



Esta voz, puramente francesa, compuesta de pot y pourri, y equivalente en nuestro idioma a olla podrida, ha prevalecido en nuestro suelo sin necesidad alguna para comparar, con este manjar toda miscelánea literaria o musical, y también aquella comisión, revoltillo o desbarajuste de hechos o ideas, cuya comprensión se sustrae a la mente del espectador. Siendo un plato genuino de España (del que ya habla Cervantes en El Quijote) y que consta de una mezcolanza de legumbres, verduras y carnes; el primero y más antiguo cocido con alubias rojas con carnes poderosas como chorizo, pezuña, morcilla, cecina, y con huevo, relleno. Hoy se parecería a lo que hoy entendemos por “potaje” pero sin la connotación negativa que éste tiene o por “batiburrillo”. Lo curioso es que fueron los franceses los que le dieron el nombre de pot pourri (de ahí popurrí) cuando sus tropas invadieron por 1808 las tierras hispanas, al conocer este plato tan nuestro. Posteriormente y a lo largo del s. XIX cuando desde Francia y con la eclosión de géneros musicales cuando se pretende realizar una mezcla de composiciones musicales variadas, hablan de un “popurrí” de canciones y esa acepción pasa a nosotros afrancesada.

Potosí. -Es un Potosí. Vales un Potosí.

Aplícase a aquella casa muy acaudalada, al negocio que produce rentas pingües, o la persona cuyo valor antes una acción concreta y puntual ocasiona que sin ella no se habría conseguido lo que se pretendía. Su origen menciona alusión a las ricas minas de plata en que abunda aquella ciudad de Perú, las cuales fueron descubiertas en el año de 1645.

Adonis. -Es un Adonis.



Aplícase al mancebo hermoso y bien dispuesto, con alusión a un personaje mitológico así llamado, Adonis cazador. Cuando Adonis nació, era un bebé tan hermoso que Venus (Afrodita) quedó hechizada por su belleza, así que lo encerró en un cofre y se lo dio a Perséfone para que lo guardara, pero cuando ésta descubrió el tesoro que guardaba quedó también encantada por su belleza sobrenatural y rehusó devolverlo. La disputa entre las dos diosas fue resuelta por Zeus (o Calíope, según las versiones), quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien quisiera. Adonis sin embargo prefería vivir con Afrodita, pasando también con ella los cuatro meses sobre los que tenía control. Adonis murió destrozado por los colmillos de un jabalí enviado por Artemisa como represalia por la implicación de Afrodita en la muerte de Hipólito. Otras versiones cuentan que el jabalí era el celoso amante transformado de Afrodita, Ares. Afrodita roció néctar sobre su cuerpo, de forma que cada gota de su sangre se convirtió en una flor roja llamada anémona. Cuando Afrodita corrió a socorrerle se hirió con unas zarzas y sus gotas de sangre se transformaron en unas flores parecidas a las rosas que se llamaron «adonis». Desde entonces cuando alguien dice de otro que es un adonis, se refiere a un icono de la belleza masculina como hoy podrían serlo Cristiano Ronaldo, Brad Pitt, etcétera.

Araña. -Parecerse al patrón, Araña.

Dícese por los que exhortan a otros a hacer; aquello mismo que ellos huyen, como lo atestigua el refrán: El patrón Araña embarca, y él se queda en tierra. Algunos dicen: Parecerse al capitán Araña, y tal vez vayan más fundados, pues según testimonio de personas fidedignas, cuando a principios del último tercio del siglo pasado se enviaba a las Américas gente de nuestro país, con el fin de combatir a los insurrectos de aquel suelo, existía en una de las ciudades de nuestro litoral un capitán de buque llamado Araña, (nombre que el vulgo hubo de transformar luego festivamente en Araña), del cual se cuenta que después de reclutar individuos con el precitado objeto, nunca más volvió a emprender viaje alguno allende los mares. Con motivo de esta significación la palabra Campana.

Arpía. -Ser una arpía, ó Ponerse hecho una arpía.




Aplícase a la persona huraña y de genio agreste, y a veces también á la que es hábil y mañosa para sacarlo a otro sus intereses.
Las arpías eran unos monstruos fabulosos, hijos de Neptuno y de la Tierra, sumamente voraces, que al rostro de mujer unían cuerpo de buitre con alas, garras en los pies y en las manos, y orejas de oso. Las principales se llamaban Aello, Ocipete y Celeno.

Babia. -Como el que está en Babia.


Entendiese comúnmente por Babia el país de los tontos; por eso se dice que está en Babia el que se halla completamente distraído y alelado. Babieca, babieco y Babia proceden todas ellas de la palabra baba y aluden a los bobos, a quienes se les cae. La versión más moderna que conoce Iribarren es la siguiente:

«¿Que por qué se dice estar en Babia cuando se está como ausente o ajeno a lo que sucede en torno? Parece que los reyes de León gustaban, como gente fina que eran, de pasar largas temporadas de verano en Babia, cuando todavía los duques de Luna no habían fijado allí su puesto de mando para expoliar el país. Babia era una región placentera, bien abastada, bien comunicada, guardada por gente pacífica e hidalga, leal al rey y, entonces, con buenos cazadores de osos, corzos y jabalíes. Ordoños, Ramiros, Alfonsos y Fernandos se encerraban en Babia muchas veces, huyendo de las intrigas de la Corte y de las ambiciones de nobles y prelados empeñados en instaurar la modalidad feudal. A veces los fieles súbditos leoneses echaban de menos a su monarca ausente, mientras las intrigas repetían: El rey está en Babia.» y con esto daban a entender que Su Alteza no quería saber nada de nada. Desde entonces, «estar en Babia» se dice de un estado psicológico que está entre el «dolce far niente» y el «no quiero saber nada».
Chema García