Ads 468x60px

Push your language´s flag to translate this website

Catalá Galego Português English French German Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Bicentenario son 200 años para convivir como hermanos.




Hace unos meses cuando comenzaron las celebraciones del bicentenario de la independencia de "aquellas" colonias latinoamericanas, hoy en día países que todos conocemos realicé estas reflexiones en el grupo "Poesías para el bicentenario latinoamericano" de Salamaga (ver http://www.salamaga.com/group/poesiasparaelbicentenario?groupUrl=poesiasparaelbicentenario&xg_source=activity&id=3000569%3AGroup%3A72390&page=7#comments ) . Muchas poesías que allí aparecen son a favor de sus orígenes y aunque no es poesía sino un ensayo en prosa poética a continuación comparto con vosotros lo allí relatado:

No celebro lo que quien representa en nombre del pueblo llevó a cabo en aquellas fechas, no celebro las propias matanzas entre primos de lengua, cultura y humildad.
Si celebro la libertad que tenemos hoy para poder elegir a nuestros amigos y voluntariamente decidir darnos la mano.
Si celebro espacios donde compartir un futuro deseado por todos sin diferencias. Cada uno llevando con orgullo sus propias costumbres y aprendiendo que nuestros vecinos tienen las suyas. Lo importante no es quien fue el primero, o el más fuerte, o el más alto. sino quien alarga más la mano para poder compartir y ayudar sin esperar nada a cambio.
Hagamos una nueva moneda, una moneda de cambio. Primos y hermanos extrechemos nuestras manos, seamos cuerdas de una misma guitarra, moviendonos en armonía, creando hermosas melodías que nos hagan a todos disfrutar sin tener que amenazarnos. Cómo decía Victor Jara, en sus letras "yo no canto por cantar, ni por que tenga buena voz, sino que canto por que la guitarra tiene sentido y razón... guitarra trabajadora con olor a primavera".

En el pasado se cometieron muchos atropellos, pero uno no es responsable de las acciones de aquellos que habitaban donde hace unos años tuvimos en suerte nacer.
Todos sufrimos por igual cuando alguien levanta una mano contra nosotros, y sufrimos más cuanto más cercana y más conocida sea esa mano, que las manos solo se levanten para fundirnos en un enorme abrazo y luchar por no repetir los errores del pasado.
Todos somos necesarios en el mundo del mundo en que vivimos y ninguno somos insustituibles por que somos diferentes para enriquecer nuestros corazones y rellenar los huecos de las heridas de antaño. Creemos nuevas medicinas, para recibir nuestra libertad con los brazos abiertos, que los fusiles disparen poemas, con versos calados, bayonetas con hermosas palabras que atraviesen nuestras mentes y nos dejen pensando. Pensando en el mañana, posible por tiempos lejanos. Decisiones nefastas nos dividieron, aprendamos de lo ocurrido que estos 200 años nos enseñen que las luchas están y se desarrollan en nosotros mismos.
El enemigo es dejarnos arrastrar por los comportamientos globales de las masas y no por nuestros propios pensamientos. Somos uno dentro de muchos, somos muchos pensamientos que al plasmarse hablarían con una sola voz: Hermanos no somos tan diferentes. No nos creamos mentiras cuando van a hacernos daño, cuando tratan de enfrentarnos, para no levantar cabeza y no tener un criterio propio y humano.
Latinoamérica es un crisol de culturas, una mezcla enriquecida por la sangre de todos aquellos que la construyeron con su esfuerzo y con su colaboración, independientemente del origen mexicano, argentino, boliviano, ecuatoriano, venezolano, chileno, paraguayo y por que no decirlo españoles también.
Curiosamente hoy en día, se escucha, que los españoles tenemos la idea colonialista de que gran parte de América nos perteneció en algún momento. Señoras, señores, nada más lejos de la realidad. Quien tiene una mínima formación es consciente de que esos pensamientos han sido erradicadas hace mucho tiempo.
Por lo tanto, uno no es responsable de lo que hicieron sus abuelos (tanto para lo bueno como para lo malo; no hablemos ya de las decisiones de los gobernantes de estos mismos) pero si es responsable de sus propios actos y de sus propias palabras, y de adonde le gustaría que fuese el futuro.
Por eso me sumo a la celebración del Bicentenario de la libertad de los pueblos latinoamericanos siempre que sea entendida cómo un acto a superar y como representación del hermamiento que ahora nos une. Lamento, como siempre hago las intestinas luchas entre primos y hermanos hispanoamericanos (españoles y americanos que compartimos la misma lengua) y latinoamericanos (los que en el pasado tuvimos lazos comunes por proceder de Francia, Portugal, España y los territorios que en el pasado fueron administrados por los mismos).
No olvidemos que la historia es muy amplia y variopinta y que en ocasiones nos dejamos arrastrar por la importancia dada de determinados sucesos utilizados como excesivamente simbólicos por unos pocos, para dividirnos en nacionalismos excluyentes. Cultura sí, cerrazón para aceptar la cultura de nuestros vecinos y amigos, no. Por lo tanto hoy podemos servirnos de la historia para hacer hincapié en el momento que queramos y por poner ejemplos:
- Todos fuimos colonias de aquellos seres africanos conocidos como Homo Ergaster, aquellos primeros homínidos que salieron de Africa hace aproximadamente 1,5 millones de años.
- América fue colonizada por aquellos asiáticos que cruzaron el Estrecho de Bering (si alguien quiere aceptar otras teorías, perfecto, pero tambien serían asiáticos).
Por lo tanto no elegimos donde nacemos pero sí que hacer por decidir cual es el mundo en el que nos gustaría vivir, y lo hacemos con los lenguajes que las artes nos han otorgado, con nuestras poesías, con nuestras palabras, con nuestras fotografías, con nuestras esculturas, películas, y un largo etcétera.
Y si es así unámonos en defender aquello que nos une en vez de alardear de aquello que nos diferencia para tratar entre todos de realizar un mundo más apacible en donde convivir. No es fácil, nadie dijo que tuviera que serlo pero en nosotros se encuentra la libertad de elegirlo.
Proclamo una serie de máximas como un ruego de esperanza, como un futuro posible y cercano por las que deberíamos juntos luchar codo con codo:
Abajo la opresión de los que en nombre del pueblo subyugan su libertad.
Abajo utilizar la ideología política (sea de la tendencia que sea) para anular el pensamiento de quien lucha por la libertad propia y ajena.
Abajo quien impide pensar y expresarse libremente pero mucho más abajo quien utiliza la violencia en nombre de la libertad para malherir a sus vecinos.
Abajo palabras marchitas con grandes coloridos que atontan nuestros sentidos.
Abajo quienes se sienten superiores según el lugar donde hayan nacido.
Abajo aquellos que defiendan lo que defiendan, mientras reproduzcan modelos que con sus palabras critican generando estancias de piedra, donde afilar las iras de gentes que contra un enemigo común hacen frente olvidándose de que quien les une y alienta se sientan en sillas de oro y engrosan sus cuentas corrientes sin parar de crecer sus ahorros.
Abajo el color de la piel, no existe origen para dividir, solo existimos seres humanos.
Abajo la conciencia que se crea para oprimir, sólo existen vecinos que luchan por encontrar un digno trabajo, alimentar sus estómagos, educar a sus hijos y llegar a plasmar ilusiones que hoy vemos como quiméricas mansiones donde hay cabañas de barro.
Abajo las luchas por dominar unos a otros como hace 500, 400, 300, 200, 100, ahora y antes de la llegada de esos antepasados cuya sed de oro y apropiarse de tierras cegaba sin reparo.
Abajo todo ser que en nombre de un pueblo intentaban dominar a sus vecinos por el asesinato y la fuerza.
Abajo aquellos llamados imperios que no lucharon por el bien de todos, sino por el enriquecimiento de unos pocos y anular las costumbres, la idiosincrasia de comunidades enteras que solo buscaban tener un hueco en las tierras de sus antepasados hasta donde llegaba su propia memoria colectiva como grupo.
Abajo miembros de aquellos imperios, repúblicas o democracias que utilizaron la represión y el vil asesinato para usurpar, para silenciar, para robar, para colmar, para acumular aquello que no podían poseer y enseñar sus más míseras vergüenzas teniendo tantas y tantas personas que sufrir sus atropellos con total impunidad.
Abajo defender ideas con armas y arriba los usos de las palabras.



Bicentenario son 200 años... para convivir como hermanos
.
Chema García

3 comentarios :

  1. Hola Chema, si coincido con vos, es una fecha que se festeja pero no por los motivos que hacés referencia en cuanto a que decidimos no recordarlo, como si no hubiera pasado.
    Sin embargo deberíamos tenerlo en cuenta antes de festejar, sin pesimismo, pero si con memoria.
    Reconozcamos de todos modos, que detrás de un progreso, siempre existió el sufrimiento. Es una cuestión humana.

    Buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Adrián por tu comentario. ¿Exactamente que celebráis? Ilústranos por favor, lo cierto es que no he cruzado el charco y no sé en primera persona cómo se vive esa celebración o cómo la interpreta la gente, más allá de la publicidad de los aparatos de poder. Yo también coincido contigo en lo de celebrar sin pesimismo y por supuesto con memoria. Buen fin de semana a tí también.

    ResponderEliminar
  3. Chema, ojala fuese verdad que pudiesemos convivir como hermanos, pero hoy por hoy es solo una utopía.
    Magnífico post
    Besos
    nela

    ResponderEliminar

Si te ha gustado dale un par de clicks a la publicidad en la barra lateral. Gracias por tu visita.