Óleo de Heinrich Friedrich Füger Prometeo lleva el fuego a la humanidad |
Me sujetan
costillas de escarcha.
Mi corazón
se forja a golpes
en la fragua-nube
del pedrisco.
Desde la
laringe a la lengua
se congelan
mis recuerdos.
El verde
sabor de la hierba
He creado una cueva
de sólo
pensar en tu mirada.
Estalactitas-carámbanos,
gota a gota
pergeñados
por el frío
de mis entrañas.
El monstruo
que a otros le sale
de mis
ventanas ha hecho su casa.
El humo de
tus caderas me ciega,
ya no me
llueven las palabras.
Siento
sangre, un águila pretende
volar desde
mi espalda.
Despegar con
aire de mis pulmones,
de esas
costillas de escarcha.
¡Trae el
fuego Prometeo!
De la estética
a la ética,
de las alimañas a los colibríes.
Uno, o es
pequeño, o no es nada.
Y yo no sé
por qué siento frío
si el gris
de las nubes me rechaza.
Y yo no sé
por qué siento frío
Es un gusto descubrir tu poesía. Volveré. Un saludo.
ResponderEliminarUn placer recibir tu visita. Vuelve cuando quieras, serás bienvenida. Un cordial saludo.
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