No se repite con mucha frecuencia pero hay días en los que uno tiene algo que contar. Hoy os voy a presentar un libro/poemario en el que he colaborado y que lleva por título "Letras en el Sahara". Una obra prendada de la mejor de las intenciones y del mayor de los cariños para acercar a quien menos tiene lo que sin saberlo más demanda. Pues en los libros está la esencia de cómo y qué llegar a ser y a sentir en la vida. Los libros son una fábrica de generar la ilusión, un manual de cómo afrontar la miseria y superar la competitividad que se generará a lo largo de nuestra existencia; un enemigo a controlar, batir y sobre todo con el que poder convivir puesto que no hay otro enemigo que uno mismo. Los libros al igual que los poemas no son las soluciones fáciles que a veces buscamos sin esfuerzo. Son los enigmas que mantienen nuestra atención de forma constante, son la motivación para mantener nuestras mentes de forma activa y excitada.
Cada día vemos en multitud de noticias bien en la realidad 1.0 como siempre fue en prensa, en comentarios por la radio, o televisados cientos de miles de narraciones, de hechos descritos con mayor o menor manipulación o acierto si tratan de discernir si se trata sobre un hecho y si es uno de esos cristalitos más nítidos con los que aprehender la verdad y una imagen en la que reflejar y transmitirla al mundo.
Si pegamos un pequeño salto, de lo material y fungible a lo softwareiano e inaprensible (que no inaprensivo) y lo encuadramos en lo 2.0 no nos alejamos excesivamente del anterior patrón, quizá de una forma más personal y por lo tanto con tintes emocionales más claros y posiblemente por eso de una forma más directa aunque seguramente menos objetiva y que más se deja arrastrar por aquello que engancha, que une, por esas moléculas que se juntan para formar auténticos enlaces químicos cuando su plasmación no deja de ser comportamientos de la sociedad de masas.
Y muchas veces éstas, en ocasiones denostadas tecnologías por una parte de la sociedad de la que advierte de sus tan temidos peligros (que haberlos haylos) se convierten en un remanente de humos vacuos, en una material y condensada hoguera de las vanidades de la que subyace un intento de ser aceptado y encontrar un lugar, una abertura a través de la que mostrar y ser mostrado, pero no las vergüenzas ni las partes pudendas sino algo que el ser humano trata de compartir y defender y no deja de ser otra cosa que la humanidad y el afán por vivir y sentir que todos llevamos dentro. Algunos lo mostramos más y otros menos, son diferentes formas de ser y todas válidas cómo tal, puesto que todos tenemos algo de lo que enorgullecernos ante esta sociedad.
Quizá si fuéramos conscientes de ello, y sobre todo si lucháramos por tratar de tramistírselo a cuantos nos rodean con nuestras acciones individuales podríamos cuando menos ser más asertivos en la apreciación de las interacciones sociales en las que intervenimos constantemente. Cuando Aristóteles decía aquello del "Zoom Politicón" o "El hombre es un ser social", un "animal político", no se refería (cómo muchos políticos se atribuyen para sí) cómo máxima de su supuesto quehacer cotidiano en la gestión de lo público, sino que se refería a un animal mamífero. Todos los mamíferos en nuestros comportamientos sociales funcionamos igual, a golpe de emoción que nos induce o no a actuar. Un animal mamífero que forma parte de una "polis" (de ahí lo de político). Y una "polis" era el ente jurídico, social y territorial al que pertenecía por nacimiento o por adopción, con sus propias leyes y costumbres, con sus juegos y fiestas y que de forma simple traducimos como "ciudad-estado" y en el que se desarrollaba su vida. Apreciable en los símbolos desde las monedas con esa lechuza y esa hoja de olivo que (a imagen y semejanza se pueden apreciar hoy en día en las monedas de 1 € griegas) representaban a la "polis" de Atenas, hasta espigas, pegasos, delfines y un largo etcétera de forma respectiva a otras muchas de las ciudades de la Hélade o Grecia Clásica.
Decía, por lo tanto que seríamos más asertivos y también más empáticos, para ponernos en el lugar de algunos de cuantos nos rodean y de esa forma salir de la apatía en la que se cae ante el desuso y el no hacer nada. Probablemente será tarde para muchas cosas pero aún es pronto para muchas otras. Por que la forja y pasar de la potencia al acto está aún por escribirse igual que el futuro. Esta tarde en una entrevista por la radio escuchaba como Eduard Punset cuando le preguntaban por el secreto de la felicidad decía que su perra le había enseñado cómo lo importante no está en la realización, en el fin o el objetivo de algo, sino en generar la ilusión para tratar de conseguirlo. Y qué disfrutamos más buscando y poniendo los elementos y todo de nosotros para conseguir algo que no cuando lo encontrábamos. Y estoy de acuerdo con él. Ayer en un tweet decía que la felicidad no llega, que uno descubre que le acompaña más veces y está más cerca de lo que uno piensa, a veces lo difícil es poder percibirlo y dejarse empapar por ello.
Punset también relataba que se habían realizado una cantidad ingente de experimentos y todos llegaban a la misma conclusión, la inactividad y el abandono, la falta de uso hace que nos angostemos, nos quedemos inmóviles, sin poder actuar.
No se repite con mucha frecuencia pero hay días en los que uno tiene algo que contar, por que se ha actuado y se ha actuado para bien y hoy yo tengo que agradecer a unas cuantas personas su valía humana que se esconde detrás de unas letras que comienzan con una arroba y son @Maricle @cosechadel66 @gasolinero @jbgoode09 @gamonalb @mardepalabras @vistoalreves @Erronkari @straribus66 @costampla @Blogtecnia @laMar_s @de1969 @josegll @ch_stevens @Mertxe_Beriain @antoniosanto @xurxovaz @goloviarte y maría. Por supuesto nada de esto habría sido posible sin los impulsadores de esta iniciativa y sin la idea de plasmarla en un libro como fueron @jsanz y @psandez. Y también todos aquellos que han contribuido de una u otra forma a que el libro/poemario de Letras en el Sahara sea una realidad.
Podéis adquirirlo por una buena causa, para ayudar a unos niños, por que os gusta la poesía, por otras muchas razones o por todas ellas a la vez en "En la red nació #letrasenelsahara y en la red… seguirá". En vuestra mano está actuar de esta o de cualquier otra manera que os haga sentiros vivos que os haga escapar de esa inactividad.
No se repite con mucha frecuencia pero hay días en los que uno tiene algo que contar. He visto una estrella en el cielo que refulgía con un brillo descomunal, era el titilar de las pupilas de un niño que hoy abría el buzón de su casa y se daba cuenta que ha visto la luz un libro: Letras en el Sahara.
Es cierto, esta herramientas que es Internet, usada de esta manera, demuestra que es capaz de lograr acciones como el resultado de buena voluntad acompañado de la sociabilidad 2.0. Lo cierto es que ni bien vemos que se enciende una llama de solidaridad aquí se propapa forazmente.
ResponderEliminarSinceramente quiero felicitar a todos los que han participado en especial a Psandez y Jsanz y demás está decirlo que a todos ustedes que con la magia de sus versos logran cosas tan bellas.
Hace mucho tiempo un poeta solitario había dicho:
"Los versos de un poeta en el inmenso mundo de su soledad, salvará a la humanidad"
un fuerte abrazo.
La esencia de la iniciativa "Letras en el Sahara" es precisamente tu post de hoy.
ResponderEliminarGracias por ser partícipe, activo, en esta causa y en su difusión. Además, te "señalo" como uno de los culpables de su éxito.
Gracias Chema.
Gracias amigos!! Por vuestros comentarios. Adrían no conocía la frase, muy emotiva y encierra mucho más de lo que parece. Javier me alegro que te haya gustado el post. Sólo un granito de arena, he aportado sólo un granito de arena. El resultado es el auténtico éxito y los niños serán los beneficiados que es lo importante. Un fuerte abrazo!!
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