Comillas es uno de esos lugares mágicos que te hechizan y envuelven desde que los acaricias con la mirada. Desde que tus pasos lo recorren al socaire de un ritmo dónde se funde el arte, la naturaleza, el mar, la gentilidad de sus gentes, el buen yantar, el romanticismo y la modernidad, la playa y la montaña.
Es un lugar adecuado, sin duda. Gozo de la suerte de haber estado abrazado a ella. En diversas ocasiones, de pasear entre sus múltiples rincones. Bien sea volando la imaginación entre los cañones y el asedio desde un palacio lejano, siendo niño que desde la meseta en excursiones me traían. Bien respirando la riqueza de sus árboles y plantas en más excursiones, de adolescente ya esta vez. Bien jugando a atrapar la luna en el reflejo de sus playas mientras me sonríe algún que otro amor de la veintena, en el ínterin de músicas que enraizan hasta cotas tan profundas, como freáticos los niveles donde beben y adquieren su cordura, aquellos avezados jinetes del tiempo, que gustan de galopar sin lamentos por la meseta de Varlania.
Quizá por ese encanto, quizá por el carácter de mar, fogón y lucha para que no nos arrebaten lo nuestro, Comillas ha sido ejemplo de valor y pleito para no asumir una carrera de privilegios sin medida, donde el pueblo siempre sabe mantener a raya a quien no se comporta con el respeto que debe. Llega a dejar de acudir a la iglesia todo el pueblo en pleno siglo XVI aunque sufran de excomunión. No se amedrantan ni ceden y si quiere el Duque y el clero forjar la construcción de una nueva iglesia con piedra, que se dediquen a ello pero aquel lugar sagrado dónde les ultrajaron sus costumbres y principios básicos, no les sirve ni de techo para protegerse de la lluvia, sólo se acercarán a ella para aposentar sus restos, pues prometieron que no la pisarían y por su propio pie, no la atraviesan.
A este lugar de sal y montaña, de mirada recia y piedra rosa-blanca se acercaban las ballenas a saludar a la espiritualidad de un lugar mágico. La playa y el puerto se hicieron eco de una profesión en la que no se puede dudar y dónde la naturaleza te pone y te da y de nada sirven los ruegos. Balleneros que entre aceites y carnes de ballenas alimentasteis a vuestras familias hasta que la codicia de patrones y negociadores esquilmaron vuestro sustento y os dejaron sardinas como pañuelos para seguir respirando la mar.
Y un año capicúa, con dos ochos en el centro y una vela a estribor y otra a babor se acercó un rey con su corte y familia a postrar su real rodilla en vuestras arenas, a acariciar con las plantas de sus pies vuestras playas y humedales. Revuelo de gentes por doquier, delicados y caros vestidos entre el atusar de inacabables bigotes que se enrollaban para mostrar la riqueza y opulencia de una época dónde la electricidad, el golf y la capital del reino se instalaban entre las laderas de esas tres lomas dónde las niñas jugaban a la comba, esas curvas de sabia mujer, esas combas que los seres humanos os recorren la parte interna de los muslos para llegar de un lugar a otro, esas hileras pequeñitas desde arriba, son las que te dieron el nombre cumba, cumbillas, cumillas. Pues allí nadie cierra la "o" para pronunciar un fin de palabra.
Y fue en ese trajín dónde me darían vida. Entre aquellos ricos comerciantes, mezclados con nobles de la corte, aldeanos y plebeyos, más la llegada de indianos que regresaban con fortunas de las Américas, para plantar las semillas de sus palmeras que aún hoy adecenten jardines y casas solariegas. Los pudientes deseaban decorar las mansiones por dentro y por fuera, a la última moda de finales de aquel siglo XIX donde el romanticismo, lo medieval y lo de ultratumba se fundían sin remedio con la llegaba de la fotografía, la electricidad, los coches y una sensación de progreso nunca alcanzada hasta ese momento en el universo.
Quizá por que el ser humano busca en lo más profundo, misterioso, rencoroso y mezquino que lleva dentro, quizá por un ansia de doblegar lo que es imposible de dominar; quizá por un fervor religioso pocas veces contenido, quizá por un gusto por lo mitológico y bucólico de las Sagradas Escrituras. Lo cierto es que me trajeron a la vida con un cuerpo y rostro apolíneos, con una mirada huidiza y presto siempre a usar mi espada.
Vídeo Rincones de Cantabria: Comillas.
Abbadon por los hebreos o Apollion por los griegos. Esos son mis nombres propios. Unos me otorgan el mando del ejército más temido de demonios, otros el de los más leales ángeles infiltrados. Anticristo incluso, para dar paso a Lucifer, o desde la luz acabar con Satán y las tinieblas. Esos son los atributos que me ha otorgado el ser humano, que nadie se queje cuando si se materializa, el Ser Supremo decida acabar antes o después con estos mundos, entonces sí que debería preocuparos y no ahora eso que llamáis crisis. No me doy por aludido cuando me llaman ángel exterminador y otorgo la misma perpleja cara que esbozaba mi padre-creador Josep LLímona cuando de repente, dejó de cincelar el mármol y yo estaba presto para ser colocado en lo más alto del cementerio de Comillas, en lo más alto de Varlania Tierra de leyenda.
Para darle la espalda a los barcos y que la sal y la bruma enfríen cada amanecer mi espalda. Para daros la cara, para saludaros con una bienvenida, para animaros a que os acerquéis y disfrutéis de una agradable estancia. Mi padre-creador hizo que mirase para siempre al oeste, a esa finis terrae que despide a la tierra y acoge a la brava noche de mar, dentro de una tormenta serena. Me acompañan las montañas de Picos de Europa y los árboles y bancos de un tibio parque de Salamanca que lleva por nombre Picasso y un sol de estepa que me hace lucir y desplegar mis alas para desentumecer la sal y orear mi ombligo de mañana.
Este mosaico está confeccionado a base de fotos de todos vosotros, los seguidores que tanto cariño habéis proporcionado con vuestras opiniones, comentarios, seguimiento, lectura y difusión a lo largo de las redes sociales. Mi agradecimiento ahora que Varlania cumple 2 años de vida es para todos, por haber hecho posible este espacio. Sois muchos y no tendría hueco para mencionaros a todos pero hay dos personas sin las que Varlania nunca se habría materializado por lo que Eva Barnés y David Mota gracias por vuestro apoyo y ánimos para que pudiese dar comienzo a ésta pequeña pero apasionante aventura. A todos los demás, sabéis que aquí tenéis un lugar que es vuestro. si pincháis en él podéis ampliar la imagen y reconocer la foto de vuestro avatar en ella.
Yo soy el que os mira y el que os da las gracias, por haber conseguido crear de la nada este espacio y pasar de vez en cuando a echar un vistazo. Yo no tengo más remedio que seguir aquí desde lo alto, pero vosotros habéis elegido acercaros a este rincón, contagiaros, a pesar de las locuras que por aquí se comentan y hacer posible que siga en pie, cuando ya han transcurrido dos años desde que apareció Varlania Tierra de leyenda.
Es un lugar adecuado, sin duda. Gozo de la suerte de haber estado abrazado a ella. En diversas ocasiones, de pasear entre sus múltiples rincones. Bien sea volando la imaginación entre los cañones y el asedio desde un palacio lejano, siendo niño que desde la meseta en excursiones me traían. Bien respirando la riqueza de sus árboles y plantas en más excursiones, de adolescente ya esta vez. Bien jugando a atrapar la luna en el reflejo de sus playas mientras me sonríe algún que otro amor de la veintena, en el ínterin de músicas que enraizan hasta cotas tan profundas, como freáticos los niveles donde beben y adquieren su cordura, aquellos avezados jinetes del tiempo, que gustan de galopar sin lamentos por la meseta de Varlania.
Quizá por ese encanto, quizá por el carácter de mar, fogón y lucha para que no nos arrebaten lo nuestro, Comillas ha sido ejemplo de valor y pleito para no asumir una carrera de privilegios sin medida, donde el pueblo siempre sabe mantener a raya a quien no se comporta con el respeto que debe. Llega a dejar de acudir a la iglesia todo el pueblo en pleno siglo XVI aunque sufran de excomunión. No se amedrantan ni ceden y si quiere el Duque y el clero forjar la construcción de una nueva iglesia con piedra, que se dediquen a ello pero aquel lugar sagrado dónde les ultrajaron sus costumbres y principios básicos, no les sirve ni de techo para protegerse de la lluvia, sólo se acercarán a ella para aposentar sus restos, pues prometieron que no la pisarían y por su propio pie, no la atraviesan.
A este lugar de sal y montaña, de mirada recia y piedra rosa-blanca se acercaban las ballenas a saludar a la espiritualidad de un lugar mágico. La playa y el puerto se hicieron eco de una profesión en la que no se puede dudar y dónde la naturaleza te pone y te da y de nada sirven los ruegos. Balleneros que entre aceites y carnes de ballenas alimentasteis a vuestras familias hasta que la codicia de patrones y negociadores esquilmaron vuestro sustento y os dejaron sardinas como pañuelos para seguir respirando la mar.
Baños de Ola. |
Veraneo de Alfonso XIII en Comillas. |
Y fue en ese trajín dónde me darían vida. Entre aquellos ricos comerciantes, mezclados con nobles de la corte, aldeanos y plebeyos, más la llegada de indianos que regresaban con fortunas de las Américas, para plantar las semillas de sus palmeras que aún hoy adecenten jardines y casas solariegas. Los pudientes deseaban decorar las mansiones por dentro y por fuera, a la última moda de finales de aquel siglo XIX donde el romanticismo, lo medieval y lo de ultratumba se fundían sin remedio con la llegaba de la fotografía, la electricidad, los coches y una sensación de progreso nunca alcanzada hasta ese momento en el universo.
Quizá por que el ser humano busca en lo más profundo, misterioso, rencoroso y mezquino que lleva dentro, quizá por un ansia de doblegar lo que es imposible de dominar; quizá por un fervor religioso pocas veces contenido, quizá por un gusto por lo mitológico y bucólico de las Sagradas Escrituras. Lo cierto es que me trajeron a la vida con un cuerpo y rostro apolíneos, con una mirada huidiza y presto siempre a usar mi espada.
Abbadon por los hebreos o Apollion por los griegos. Esos son mis nombres propios. Unos me otorgan el mando del ejército más temido de demonios, otros el de los más leales ángeles infiltrados. Anticristo incluso, para dar paso a Lucifer, o desde la luz acabar con Satán y las tinieblas. Esos son los atributos que me ha otorgado el ser humano, que nadie se queje cuando si se materializa, el Ser Supremo decida acabar antes o después con estos mundos, entonces sí que debería preocuparos y no ahora eso que llamáis crisis. No me doy por aludido cuando me llaman ángel exterminador y otorgo la misma perpleja cara que esbozaba mi padre-creador Josep LLímona cuando de repente, dejó de cincelar el mármol y yo estaba presto para ser colocado en lo más alto del cementerio de Comillas, en lo más alto de Varlania Tierra de leyenda.
Para darle la espalda a los barcos y que la sal y la bruma enfríen cada amanecer mi espalda. Para daros la cara, para saludaros con una bienvenida, para animaros a que os acerquéis y disfrutéis de una agradable estancia. Mi padre-creador hizo que mirase para siempre al oeste, a esa finis terrae que despide a la tierra y acoge a la brava noche de mar, dentro de una tormenta serena. Me acompañan las montañas de Picos de Europa y los árboles y bancos de un tibio parque de Salamanca que lleva por nombre Picasso y un sol de estepa que me hace lucir y desplegar mis alas para desentumecer la sal y orear mi ombligo de mañana.
Para verlo ampliado pinchar en el siguiente enlace: Picasa
Yo soy el que os mira y el que os da las gracias, por haber conseguido crear de la nada este espacio y pasar de vez en cuando a echar un vistazo. Yo no tengo más remedio que seguir aquí desde lo alto, pero vosotros habéis elegido acercaros a este rincón, contagiaros, a pesar de las locuras que por aquí se comentan y hacer posible que siga en pie, cuando ya han transcurrido dos años desde que apareció Varlania Tierra de leyenda.
Felicidades por ese bianiversario. Parece un bonito lugar Comillas, al menos a través de internet
ResponderEliminarMuchísimas gracias amigo Oscar!! Te aseguro qué es un lugar precioso, te recomiendo que vayas y por supuesto lleves tu cámara, disfrutaríamos todos en tu blog de unas maravillosas fotos!!
EliminarAmigo, muchas felicidades y a seguir en la "pomada" con tu buen hacer y esa forma tan especial de ser.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido maestro es un honor y una motivación extra, recibir tu visita, tus felicidades y esas palabras. Intentaremos seguir en "la pomada" y mejorar cada día. Un abrazo.
EliminarFelicidades y sigue así,es una "gozada" leerte. Un beso.
ResponderEliminarTe lo agradezco de veras Ana, la "gozada" es leer vuestros comentarios y que podáis disfrutar y entreteneros con estos escritos. Leerte a ti es un lujo que pocos deberían desaprovechar. Un besazo!!
EliminarMuchísimas felicidades y que sigamos celebrando cumpleaños!
ResponderEliminarUn abrazo enorme Olivia!! :) Celebrar un compleaños siempre es grato, poder hacerlo con gente tan maravillosa cerquita cómo sois vosotros no tiene precio!!
EliminarMuchísimas Felicidades y Felicitaciones en este Segundo Aniversario!!!
ResponderEliminarQue sean muchos años más de disfrutar leyéndote!!!
Besotes enormes!!!
Lau.
Muchas gracias Laura!! Lo más bonito de este lugar es que haya seguidores cómo tu, y que comenten cómo tu lo haces, eso sí que no tiene precio!! Besos enormes!!
EliminarQue manera tan bella de describir el lugar que hoy nos ha enseñado, espero que sigas cumpliendo muchos años más para deleitarnos con tus escritos, para soñar con tus poesias recitadas, muchísimas felicidades por este bianiversario y muchos ronroneos cargados de estrellitas que iluminen tus pasos y se cumplan nuevas metas y deseos :)
ResponderEliminarMuchos besos ronroneados en mi abrazo ^_^
Que tus palabras se cumplan y se hagan realidad. Es un sueño contar con la visita de gente tan maravillosa cómo vosotros. Mis mejores deseos para tí y los tuyos. Besos y un abrazo de los que hacen temblar el misterio!!
EliminarEnhorabuena por estos dos años y muchas gracias por Varlania, tierra de leyendas, retazos de historia, literatura y poesía.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Muchas gracias Javier, tu tienes mucha culpa de que esto siga hacia delante ;). Un abrazo compañero!!
Eliminar¡Felicidades!
ResponderEliminarHermoso lugar para traer al mundo una página adornada con la belleza de tus palabras.
Besos enormes mi niño ;)
Esas palabras me las guardo en el corazón, son de una belleza... Me han llegado muy dentro!!
EliminarBesos enormes enormes guapísima!!
Me ha parecido espectacular el despliegue para describir un puebluco de pescadores venido a mas. Eres infinito Chema !!
ResponderEliminarY felicidades y espero que sigas muchos mas deleitándonos !
Un fuerte abrazo compañero
Cómo bien dices no sólo es eso sino mucho más que me he dejado en el tintero, cómo su competencia natural con San Vicente de la Barquera con quien siempre tuvo que rivalizar y a quien ganó algún que otro pleito en época de los Reyes Católicos lo que le permitió poder desenvolverse cómo se merecía. Muchísimas gracias amigo!! Cantabria es una tierra que siempre me ha tratado de forma exquisita y de la siempre hablaré maravillas. Hubo una época en la que con gusto acudía a ella y al entrar cantábamos aquello de "La mar besa en la montaña nesti país onde vivu no esperaré a mañana para luchar por lo que es mío... soy de Cantabria soy..." y cuando salíamos aquello de "Adios, Cantabria..., adios". Por lo que de alguna forma siempre me sentiré cántabro de adopción. Un fuerte abrazo collaciu!!
EliminarFelicidades por todo, por ser como eres porque es la única manera con la que se puede mantener un rincón como este donde realmente se mima a la cultura. Amigo Chema, las letras te aman, créeme.
ResponderEliminarUn abrazo desde la Luna.
Gracias amigo, tus palabras me han emocionado. Tú le has dado un nuevo sentido a la astronomía en general y a la luna en particular. Tu sentido de la objetividad y el trabajo que desarrollas en cada cosa que emprendes plasma algo propio y digno de admirar. Por eso al venir de ti, esas palabras adquieren un sentido doble para mí. Un fuerte abrazo!!
EliminarHola Chema, conozco y recuerdo bien Comillas pues por suerte estuve allí varias veces y me alegra compartir plenamente el retrato que estos renglones trazan de tu mano, hasta añorarla.
ResponderEliminarMi sincera enhorabuena y agradecimiento por dejarnos disfrutar las perlas de este blog un año más, por tu buen hacer y una mágnifica compañía y amistad que me precio en estimar.
Como ánimos propios y ajenos no te van a faltar, me queda la tranquilidad de que seguiré deleitandome y aprendiendo como un alumno aplicado, de Varlania y su mentor.
Un abrazo
Querido amigo Ángel, es un placer y un auténtico honor recibirte en esta humilde morada. Me alegro que coincidamos en la opinión de Comillas, es un lugar que no pasa desaparcebido. Yo soy el alumno que tiene que aprender tanto de ti cómo de todos los que estáis comentando, pues sois unos blogger admirables de los que aprendo y disfruto con vuestro trabajo cada día, tanto yo cómo tantos otros. Siempre es un lujo contar con la amistad de personas con valores humanos cómo los tuyos. Sin vosotros lugares cómo éste nunca habrían surgido. Muchísimas gracias y un abrazo enorme!!
EliminarEsta entrada me abre el apetito de conocer en profundidad Comillas. En cuanto al texto, sobrio y cuidado, como sé que a tí te gusta hacerlo.
ResponderEliminarY por último, en lo que se refiere al aniversario, que sigas cumpliendo más. Un año en este mundillo es ya todo un triunfo.
Un abrazo
Froilán a vos os tengo que agradecer especialmente el cariño, motivación e impulso que contagias para seguir hacia delante en la transmisión de los valores y de la cultura. En especial la relacionada con el mundo rural y nuestros orígenes, pues sin aquellos que nos enseñaron y nos cuidaron no somos ni seremos nunca nada. Un abrazo enorme!! Un triunfo es conocer a gente cómo vos y poder gozar de tu amistad!!
EliminarVamos a brindar por esos dos añitos. El bebé ya anda, lee y escribe.
ResponderEliminarMuchas felicidades, Chema.
Un beso enorme por el blog y por ti.
Muchas gracias Blanca!! Un beso enorme!!
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