1
Llevaré más de tres cuartos de mañana, (12)
2
con esta inusual fuerza de los conversos, (12)
3
a la caza de sesenta excelsos versos (12)
4 de alguien que ya no sea un famoso poeta; (12)
5
sino que a semejanza de una gran saeta
(12)
6
declamada con arte desde garganta, (12)
7 palpite con toda la pasión desatada. (12)
8
Con la alegría de quien por fin vive, (12)
9 con la melodía de quien mejor canta. (12)
10 Con la mirada de quien
de noche y día (12)
11 vela por tu maravilloso
descanso, (12)
12 como lo haría tu propia almohada. (12)
13 Hay un campo donde pastan
los caballos, (12)
14 hierba verde y fresca
desde madrugada, (12)
15 miles de haces de luz
saltan al aire, (12)
16 por la campiña los équidos
cabalgan. (12)
17 Una yegua bruna observa a la luna (12)
18 no sabe por dónde va, ¿adónde
camina? (12)
19 Su forma y su luz la
atrapan sin salida. (12)
20 Grupa y cabeza van altas,
bien erguidas. (12)
21 El trote esbelto, los
cascos se deslizan; (12)
22 la corriente trémula se
amontona... (12)
23 -¡Vuelve! ¡Regresa rápido a la orilla!- (12)
24 Una hermosa voz desde las
alturas (12)
25 se dirigió hacia la bella criatura: (12)
26 -Te quiero mi hija, hija de la luna- (12)
27 -No busques mi rostro es tu faz oculta, (12)
28 el mayor vacío de la propia cara, (12)
29 ¡Regresa!
¡Vuelve a los campos de Triana! (12)
30 y desde allí contempla
toda mi luz (12)
31 bebe el biberón del cariño
del alma. (12)
32 Aquí sólo existen rocas
que matan, (12)
33 desde lejos son un espejo que brilla, (12)
34 desde cerca acantilados de la nada. (12)
35 Nos muestran aquello que
nadie quiere ver (12)
36 el duro abismo del
"nosotros mismos"-. (12)
37 ¡Corre al viento! ¡Galopa
entre olas! (12)
38 Encuentra ese lugar en la pradera, (12)
39 ámate sin límites, piensa
más en ti. (12)
40 Que los niños y las niñas de un futuro (12)
41 cuando te pregunten por
estas arrugas, (12)
42 respóndeles sin miedo y
con orgullo: (12)
43 -Por qué un día vi la luna desde cerca (12)
44 el reflejo de esa faz tan
amarga, (12)
45 aquella que nadie ve, la más oculta. (12)
46 La de las peores penas de
sus hijos (12)
47 que era mi propia y
desesperada cara (12)
48 y su voz me dijo: "Retoma a tu
senda".
49 "A trotar, a trotar
por la primavera". (12)
50 Al volver esa mujer a la
pradera (12)
51 ya no se trataba de la yegua
bruna, (12)
52 entre cascadas y una colosal
fuente, (12)
53 ya la había transformado
la luna. (12)
54 En el manantial alguien le
espera... (12)
55 la noche detrás, delante
mil estrellas, (12)
56 mis cuidados, mis caricias
mis miradas... (12)
57 y entre mi melena la Vía
Láctea; (12)
58 cuando sus dedos despeinan
mis cabellos (12)
59 y entre sus sonrisas se oye prorrumpir: (12)
60 ¡Pero qué haces! ¡No te
peines para arriba! (12)
Bravo!
ResponderEliminarGracias amigo!!
EliminarMaravilloso!
ResponderEliminarMaravillosa es tu sonrisa!! Este poema-cuento en gran parte es culpa tuya ;) Un besazo enorme!!! Tqmmmm!!!
EliminarMe gustó esto ,si mucho.
ResponderEliminarabrazo
Un abrazo enorme!! Cómo me alegra que te haya gustado!!!
EliminarGenial, Chema es precioso!!
ResponderEliminarMe alegra que te guste Pablo!! Un saludo!!
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