Félix Grande, poeta emeritense recientemente fallecido. Fuente foto: Hoy.es |
Enero de 2014 ha sido un repleto mes de calendario del óbito. Un mes de despedidas de caminar sobra la arena a retenerla entre los dedos y soltar el llanto y la pena. Muchos son los poetas que nos han dejado huérfanos de su presencia, de sus futuros escritos, de su condición y de su compañía.
Aquí va un pequeño homenaje a todos esos poetas, y esa distinguida poetisa japonesa, que dejarán su luz para siempre en su obra y por lo tanto seguirán vivos mientras mantengamos y honremos su memoria: Herman Pieter de Boer, Traian T. Coșovei, Yōko Mitsui, Amiri Baraka, Reynaldo Vasco Uribe, Juan Gelman, Sergio Loo, Fernando Ortiz y Félix Grande.
Y quien mejor que D. Miguel de Unamuno, otro insigne poeta, que en su Cancionero. Diario Poético, publicaría estas letras, que vienen a mi memoria para un sentido homenaje a los que en este enero se fueron:
Me destierro a la memoria,
voy a vivir del recuerdo.
Buscadme, si me os pierdo,
en el yermo de la Historia,
que es enfermedad la vida
y muero viviendo enfermo.
Me voy pues, me voy al yermo
donde la muerte me olvida,
y os llevo conmigo, hermanos,
para poblar mi desierto.
Cuando me creáis más muerto
retemblaré en vuestras manos.
Aquí os dejo mi alma-libro,
hombre-mundo verdadero.
Cuando vibres todo entero,
soy yo, lector, que en ti vibro.
Chema García
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