Sólo desnuda
ante nuestros ojos,
la vida, la llama
un junco;
una vela
en un río.
Sólo existimos nosotros.
Nosotros mismos.
Paseamos
con
preámbulos
sin preámbulos.
No hay prólogos
de otros,
sólo mareas
contra el acantilado.
Para los amigos
no existen los epílogos,
pues no existen los peligros.
Sólo Jasón.
Sólo nosotros.
Nosotros mismos.
Todo es un ciclo que no
alcanzaremos a comprender
alcanzaremos a comprender
ni a amarnos sin ser otros locos,
más ajenos que nosotros mismos.
Los que nos hagan crecer por dentro,
sentirán nuestra huella y reflejarán
su mirada en nuestro espejo.
Simplemente ellos,
sabrán de mi existencia.
Sólo vosotros.
Sólo el rumor. Sólo tú
galoparás por la pradera
galoparás por la pradera
como un potro de otro tiempo.
Sólo yo,
la locura
y buscar mi tumba
en un entierro.
No habrá extraños.
Sólo una sombra
entre la luz que te crea
y su etéreo manto.
Sólo una ausencia.
Sólo un sueño.
Chema García
Sit tibi terra levis... Leopoldo María Panedo. A todos los que conviven con la locura.
Hermosa tu visión de este paso sutil y casi invisible por la vida, sólo algunos lo notan, sólo algunos los notamos. Me gustó mucho, saludos Chema
ResponderEliminarA mi me encanta la bondad y el amor que se desprende de ti en todo momento. Un abrazo grandioso de corazón!!
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